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Te encontraban tu sola en el Departamento, los chicos habían salido para tener lo que ya no tenían "día de chicos", no te molesto al contrario era un buen momento para dibujar su hermoso rostro.
Estabas tan concentrada dando los últimos retoques que no te diste cuenta que alguien entró.
Hendery entró, al parecer se le olvido algo, pensaba en espantarte pero mejor se acercó para ver lo que hacías.
—¿Por qué lo dibujas?—soltaste el lápiz y brincaste en tu lugar.
—¿Qué haces aquí?—tomaste el dibujo y lo olcultaste en tu pecho pero fue totalmente en vano él ya lo había visto.
—Es mi casa.—dijo obvio.—Pero no me haz contestado.
—Hendery tengo dibujos de todos.—trataste de salir de la situación.
—Pero no a todos les pones un corazón.—parecio pensarlo un momento y abrió exageradamente los ojos.—Oh por dios te gusta...—no lo dejaste terminar ya que le cubriste la boca.
—Sí me gusta, pero esto se tiene que quedar entre nosotros, él ahora está más concentrado en la música.—dijiste un poco triste por lo que Hendery te abrazo.
—Deberías decirle no pierdes nada.
—La dignidad.—dijiste y él apoyo eso.
Como decirle a la persona con la llevas conviviendo y seguirás haciéndolo que te gusta sin saber lo que sucederá.
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