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Los chicos ya tenían rato que habían salido a hacer las compras de la semana, por tu lado te quedaste con Ten, te seguía enseñando fórmulas pero esta vez eran de Química, ya estabas harta, no entendias nada.
—Ya...!—dejaste caer tu cabeza en la mesa.—Estoy cansada, paremos por favor, mi amor.
—Si paramos ahora nunca terminaremos.
—Solo un rato, ¿si?—le sonreiste tiernamente para que accediera pero él seguía negando. —¿Y si hacemos otra cosa?—esta vez tu tono de voz cambio al igual que tu sonrisa, él levanto la mirada de las hojas que tenía y entre cerro los ojos.
Te levantaste y fuiste hasta él, lo abrasaste por el cuello y comenzaste a besarlo, escuchaste un suspiro de su parte encuanto tus labios tocaron su cuello, hasta jurarias que cerro los ojos, él te tomó del brazo e hizo que te sentaras en sus piernas para así poder besarte, cuando menos te diste cuenta que ya te estaba cargando y llendo al sofá, los chicos no estaban, nada los interrumpía.
Su camisa desapareció al igual que tu blusa, tu short ahora estaba más que enrollado por los movimientos de sus manos, solo un movimiento y su pantalón desaparecería.
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