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Compartidas habitación con Hendery.
Al principio cada vez que tratabas de hablar con él solo asentía o negaba y se iba.
Hasta llegó a poner una sabana la cual dividía la mitad del cuarto.
Entraste al cuarto, la práctica realmente fue muy agotadora y lo único que querías hacer era dormir, pero oh sorpresa, una sabana estaba ahí dividiendo el cuarto, estabas muy cansada para pelar por lo que lo dejaste pasar.
Pasaron los días y ya no soportaban.
—Escuchame bien.—un Hendery descorcentado y con miedo te veía.—Somos un grupo ahora y lo único que quiero es estar bien con ustedes y cumplir uno de mis sueños, así que vamos a quitar esa maldita sabana y nos comenzaremos a tratar como humanos, si no me quieres hablar esta bien pero cuando te pregunte algo con tu voz me puedes decir: "Sí o no" Eso de andar adivinado no me gusta, ¿ok?
—E-esta bien.
No querías llegar a eso pero solo así lograste un avance.
Nunca te imaginaste cuan hablador podía ser, realmente hablaba mucho, pero lo preferias así a que solo te ignorara.
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