Hace días Ten viajó a Estados Unidos para presentarse en el programa de Ellen, lo único raro es que no te ha llamado en todo ese tiempo, al principio pensaste que era por su agenda pero Lucas comenzo a llamarles diario para contarles y eso fue muy extraño, ¿por qué Lucas llamaba y Ten ni señales de vida daba?
Paso una semana cuando el mánager anuncio que los chicos regresarían, estabas feliz.
Era el día, Lucas entró primero los saludo muy alegremente antes de ir a darse un baño, segundos después tu novio lo hizo pero no dijo nada, solo fue directo a su habitación, el cansancio tal vez.
Lucas salió ya cambiado, comenzo a platicarles sobre el viaje pero Ten ni sus luces.
Te levantaste y fuiste hacia su habitación, abriste la puerta sin nisiquiera tocar, ahí se encontraba él, secándose el cabello con una toalla, levanto la viste y le sonreiste pero él no te correspondió.
—¿Pasa algo? —dijiste llendo a sentarte a su lado.
—Nada.—suspiró.—No pasa nada.
—¿Les fue bien?—él solo hizo un sonido de afirmación.—Creo que estas cansado, mejor me voy.
Te levantaste de la cama y justo cuando tocaste la manija él habló.
—Terminemos.—te congelaste antes esas palabras, volteaste y él seguía como si nada secando aún su cabello.
—¿Qué?
—Dije que terminemos. Esto no es lo que esperaba y simplemente me aburri.
—Ten, si esto es una broma no es divertido. —tu voz apenas y salió.
—No es una broma, Ying. Es solo que estaba cando y estresado y me quería distraer de tanto trabajo y tu estuviste justo enfrente de mi. —tus ojos picaban por la retención de tus lágrimas.
—¿Disculpa?—ese no era tu novio, él no era así.
—Solo dejemos esto, sigamos como si nada, como lo que siempre fuimos solo compañeros de grupo.
—Ten...—querias decir algo pero tu voz se quebraria en cualquier momento.
—Solo déjalo ya, Ying. Haz como si nunca existió.—te quebraste con sus palabras.
—Me hiciste perder la cabeza por ti, Ten. ¿Lo sabes? —él no tiene ninguna expresión en el rostro.—¿Sabes lo difícil que fue para mi decirte de mis sentimientos, mostrar lo que realmente sentía por ti?—te quiebras, tu voz sale entrecortada y el sabor salado de tus lágrimas llega a la boca.—Desde el primer día en que te ví supe que todo cambiaría entre nosotros, me gustaste, al principio pensé que solo era físico pero después tu amabilidad, tu cercanía me hizo cambiar de parecer, trate de guardar mis sentimientos solo para mi, pero cuanto más te acercabas de esa manera más caía por ti.—te acercas a él, te acuclillas y tomas sus manos.—El día de nuestra cita estaba inmensamente feliz, que cuando comenzamos a salir pensé que era un sueño pero me mostraste otra cosa. Pero ahora ¿por qué?—es cuando tus rodillas tocan el suelo al tiempo que lo abrazas pero él no corresponde.—¿Hice algo mal?, puedo cambiarlo, puedo hacerlo mejor.—sientes como sus manos se posan en tus hombros pero no es de consuelo, te separa bruscamente de él.
—Ya es suficiente, Ying. —lo miras con la vista borrosa por las lágrimas, te niegas a creer que es él.—¿Quieres saber por qué? —no dices nada.—Ya no te amo, nunca lo hice realmente.—y con eso basta para romper a llorar.
—¿Es tan fácil para ti decirlo así?
—Sí.—te cuesta respirar.—Y si realmente dices amarme, ¿podrias salir por favor de mi vida?, es obvio que no puedes dejar el grupo pero con olvidar lo de nosotros es suficiente.
Lo miras pero no lo reconoces ese no es tu novio, el chico tierno, amable ya no está, sus ojos muestran odio, coraje.
—Dame una oportunidad para cambiar, Ten, por favor.—estando aún de rodillas te vuelves a acercar a él y lo dices. Tu subcontinente te dice que estas cometiendo el peor error de tu vida, que este ya es tu límite pero no te importa.
—Deja de humillarte, sal y dejame solo por favor.—se levanta y abre la puerta, estas echa un desastre, con la poca o más bien con nada de dignidad te levantas y sales en cuanto lo haces la puerta detrás tuyo es azotada.
Vuelves a llorar deslizandote por la puerta, te arde el pecho, tu respiración es pesada tanto que se te dificulta respirar.
Te levantas del suelo como puedes, te limpias las lágrimas aunque estas sigan cayendo, llegas a la puerta, tomas tu abrigo y salges de ahí.
Caminas sin rumbo hasta que llegas a aquel edificio donde últimamente has estado llendo. Subes al piso indicado y cuando veo aquella puerta no dudas en tocar.
Una cara familiar abre la puerta pero su sonrisa decae en cuanto ve el estado en el que vienes.
—Hui.—te lanzas a sus brazos y lloras, lloras como nunca antes.
—Me rompió el corazón, YuQi.—tu amiga solo te abraza mientras solo siges llorando, no pregunta nada, sabe que no es momento y lo agradeces, solo la necesitas a ella.
Fue un error, un error del que siempre te arrepentirás.
No me odien.
Aceptó sus propuestas futuras acerca del siguiente capítulo derivado de este.
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SI ESTUVIERAS EN WAYV
FanfictionTodo lo que una persona puede imaginar, otros pueden hacerlo realidad.-Julio Verne Hermosa portada hecha por: @Jimin_mi_bias