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"El número que usted marcó no se encuentra disp-" 

Por onceava vez, HuaiSang volvió a marcar el número de su hermano. Quería avisarle que estaba por visitarlo, pero ¿No sería un problema si entraba? Después de todo, aún conservaba la llave de la residencia. 

"El número que usted marcó no se encuentra disponible. Por favor, intentarlo de nuevo más tarde o déjale un mensaje de voz" 

—Hermano... Estoy yendo a visitarte, si no estás en casa, te espero y traje tu comida favorita.—Después de decir aquellas palabras, pulsó para enviarle al buzón de voz. 

Tenía un mal presentimiento, pero decidió ignorarlo. Tomó la bolsa que contenía la comida que había comprado para cenar con MingJue en la residencia Nie. 

Desde que comenzó a estudiar Artes, vivió en un departamento para no pelearse con su hermano, teniendo a Wei Ying como compañero de piso, que luego de un par de años se mudó al de Lan Zhan. Actualmente vivía solo, pero pensaba decirle a MingJue que volvería a la casa. 

 Tocó el timbre, pero nadie le abrió. Eso era extraño, normalmente le abriría alguna sirvienta, eso comenzaba a darle miedo, así que se apresuró para sacar la llave y abrir la puerta. 

—¡Hermano! ¡Estoy aquí!—Todo estaba en silencio y oscuro.

El menor conocía la casa, así que sólo tanteó la pared dónde se encontraba el interruptor de luz y al encontrar, lo encendió. Su vista paseó hacia el suelo y notó unas manchas de sangre, sintió su estómago revolver, pero se contuvo. 

Siguió a las manchas de sangre y ellas lo condujeron a la sala. Lentamente alzó su mirada encontrándose con el cuerpo que conocía, tirado y con un charco de sangre. 

La bolsa que estuvo sosteniendo se cayó y el menor corrió hacia él, sin preocuparse de mancharse la ropa con la sangre de su hermano, sus manos se mancharon del líquido carmesí cuando tocó el pecho del mayor.

—¡Hermano! ¡No!—No podía sentir el pulso y sus ojos ardían.—¡No! ¡No me dejes solo!—Siguió gritando. 

Sollozó como nunca, gritaba de vez en cuando el nombre de su hermano y se aferró al cadáver. Ajeno a la presencia en una esquina que desapareció después de ver el sufrimiento del menor. 


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—Me han dicho que la lluvia son lágrimas de alguien...—Susurró Wei Ying con la mirada en el cielo. Éste tenía un traje negro—¿Crees que él intentaba decir algo a HuaiSang?—Le preguntó a Cheng.

—La última vez que lo vimos, tenía la intención de decirle...—Respondió el Jiang menor, que también llevaba el mismo traje que su hermano.—¿Cómo está él?

—Ellos no eran tan cercanos, pero supongo que pasó algo la última vez que se vieron... Esta devastado. No quiere comer desde hace días. 

El menor asintió antes de alzar su vista hacia el cielo y efectivamente parecía que en cualquier momento iba a llover. Volvió hacia Wei Ying quién palmeó su hombro.

—Iré a ver a HuaiSang, es hora del entierro y quien sabe como estará.

—Sí, los espero aquí.—Contestó el menor.

A different destination. [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora