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MingJue se encontraba en la mesa de comedor, desayunando y en su rostro ya no estaba el ceño fruncido, fue como de un día para el otro se ablandó, relajándose. Pocos minutos, llegó el señor Nie y al verlo solo.

—Buenos días... ¿Todo bien? ¿Y HuaiSang? 

—... Uh, buenos días. HuaiSang está en su habitación, dijo que tenía algo que revisar en su laptop y luego bajará. 

—... Entonces, ¿Ya lo sabes? 

—Sí, padre... Así que... HuaiSang no es Shuo.—El mayor negó.—Entiendo, quiero que me lleve a su tumba para darle mi saludo.

—¿No estás molesto?

—Lo estaría si me hubieras dicho cuando era pequeño. 

—Entiendo... ¿Y pasó algo con HuaiSang?

—... ¿Era muy obvio?

—Eres mi hijo y sé cómo se siente.

MingJue asintió un poco avergonzado, entonces escucharon pasos acercarse y ambos voltearon hacia la puerta en donde apareció HuaiSang con el pelo suelto, quizás con la intención de cubrir las marcas, una camiseta grande y blanca con mangas largas, probablemente de MingJue, y jogger gris. 

—Padre, volviste.—Saludó con una sonrisa.—Bienvenido.

—Sí, ahora que ustedes están... ¿Son pareja?

—No.

—Sí.

Prácticamente ambos dijeron al mismo tiempo y cuando MingJue escuchó la respuesta negativa, giró hacia el menor confundido. HuaiSang, al sentir la mirada ajena, alzó su mirada, sin mostrar alguna expresión. 

—¿Qué? 

—¿Cómo que no somos pareja?

—No recuerdo haberte escuchado pedirme que fuera tu pareja. 

El señor Nie casi quiso reír por la conversación, así que sólo se sentó en la silla, sin darse cuenta que el menor hacía muecas al sentarse. Cuando volvió a mirarlos, HuaiSang ya tenía la expresión tranquila mientras que MingJue... Quizás pensando en como pedirle. 

—... Bueno...—Miró hacia su padre.—Papá, serás el único testigo.—HuaiSang casi quiso reír por lo lindo que era MingJue.—Entonces... A-Sang, ¿Serás mi pareja? 

HuaiSang no pudo evitar soltar un suspiro, sí, estaba completamente enamorado. Desvió su mirada hacia el señor quién encogió los hombros como diciéndole que no había problema. 

—Sí, seré tu pareja.—Tomó la mano ajena.—Ahora sí, somos pareja. 

MingJue quería darle un beso, pero no lo hizo para incomodar a su padre y la verdad era que el mayor no le importaba si ellos se daban un beso en ese momento, pero estaría muy avergonzado así que agradeció mentalmente que no lo hicieran. 


*


Días pasaron y MingJue cumplió lo que HuaiSang pidió, pero jamás pensó que ocurriría ese mismo día, ni siquiera el menor sabía y estaba en un punto ciego junto a Song Lan, investigando algunos movimientos del señor GuangShan. 

A different destination. [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora