10.5

1.1K 199 35
                                    

*

*

*


Lo siento por todo y gracias por ser mi hermano. 

—¿Eh?

Adiós. 


Un quejido escapó de labios del Jiang, su ceño se frunció, sacudió un poco la cabeza, aquellos movimientos indicaban que estaba teniendo una pesadilla. Sudaba y decía algunas palabras incoherentes, finalmente se enderezó abriendo los ojos. Jadeaba como si estuviera corriendo en un maratón. 

Una opresión se hizo presente, en justo en la parte donde estaba su corazón. 

¿Qué fue eso...? 

Todavía era muy temprano, casi las 5 de la mañana cuando se escuchó una llamada desde la sala, lo que le dio un mal presentimiento. Aún vivía con su hermana, YanLi, después de cinco años de lo sucedido con ella, no podía dejarla sola y a menudo, Wei Ying pasaba algunas noches con ellos, otras veces pasaban en casa de sus padres. 

Se dirigió a la sala donde provenía el molesto pitido y agarró el aparato poniéndolo en su oreja. 

—Jiang al habla....—Frunció el ceño ante la pregunta del desconocido.—Sí, soy yo, su hermano...

Su mano tembló y perdió la fuerza dejando caer el teléfono. No le importaba si el aparato se había dañado o no, lo que acababa de escuchar era impactante. Era tal y como había soñado, una clara despedida.

Unos pasos tan suaves se hicieron presente y entonces el Jiang giró su cabeza hacia la mujer quién estaba somnolienta, pero todo el sueño desapareció, en ella se le reemplazó una llena de preocupación, vio como su hermana se acercaba hacia él para secarle las lágrimas gruesas que se habían escapado de sus ojos. Ni siquiera se había dado cuenta en que momento estaba llorando. 

Que irónico, Cheng solía decir cada rato que estaría feliz si él desaparecía de su vista, pero ahí estaba sufriendo.

—Mataron a Wei Ying. 

YanLi detuvo su mano y llevó su vista hacia el rostro de su hermano, buscando alguna mentira en él, pero no encontró ninguna. Murmuró un "No", pero al ver que el menor no articulaba alguna palabra, soltó un jadeo y su cuerpo tembló dejándose caer en los brazos del otro, lágrimas caían de sus ojos que después se convirtió en un sollozo, desgarrando la garganta. Cheng no la detuvo, la abrazó más y lloró en silencio. 


*


La aroma de sándalo se hizo presente y Jiang pensó que todo era una broma por parte de Wei Ying, esperanzado, alzó su mirada encontrandose con la inusual expresión de Lan Zhan. Esa era la primera vez que lo veía con ojos rojos, hinchados y en su mirada ya no estaba el brillo, estaba demacrado. El aspecto de Lan era mucho peor que Cheng.

—Jiang.—Saludó sin ganas con un asentimiento. 

—Lan.—Le devolvió. 

La mirada del ojidorado se desvió hacia uno de los dos retratos que estaban. Cheng pudo ver como el ceño del otro se arrugaba con sólo ver la sonrisa plasmada en aquella foto y sintió su corazón oprimir, él realmente no se imaginaba una vida sin Qing, estaba seguro de que Lan Zhan tampoco se imaginaba una vida sin Wei Ying y estaba viviendo. 

A different destination. [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora