A different destination. [Niecest]

04

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HuaiSang bajó por las escaleras y se dirigió hacia la cocina, pidió a la señorita que llevarán bocadillos a la habitación, luego fue hacia la sala, marcó el número de la residencia Jiang. Mentalmente agradecía haberlo memorizado y que los Jiang no se mudarán en todo ese tiempo.

—Residencia Jiang.—Contestó una voz femenina y el menor adivinó que debía ser la sirvienta.

—Buenas tardes, soy HuaiSang, el amigo de Ying y Cheng. ¿Me deja hablar con Ying?

—Por supuesto, joven. Espera un momento.—Varios después pasaron y una voz diferente se hizo presente.—¿HuaiSang? 

—Sí. En realidad, quería pedirte un favor... ¿Puede ser posible que tu tío XingChen vaya a tu casa para decirle si puede enseñarme matemáticas? Hace semanas dijiste que es bueno y sabes lo malo que soy. 

—Es cierto, pero no es mi tío... Sino su amigo Song Lan.—Al menos eso le ahorró el tiempo de buscarlo.—¿Vendrás este fin de semana?

—Por supuesto, mi padre me dio permiso.—Mentira, pero ya tenía el plan de como convencerlo.—Así que... Nos vemos.

—Claro, le avisaré. 

El menor cortó la llamada y al mismo tiempo, la voz de la señorita se hizo presente, avisando que los bocadillos estaban listos, así que HuaiSang usando su carita inocente, le preguntó si podía llevarlos él mismo. 

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—Wow, contigo todo es fácil.—Se emocionó el menor luego de terminar de resolver el problema del que sabía.

—Es fácil.—Encogió los hombros, pero satisfecho de poder ayudarlo un poco. 

—¡Gracias! ¡Eres el mejor maestro!—Lo elogió. 

MingJue sólo asintió y revolvió el cabello del menor antes de levantarse y dirigirse hacia su propia habitación. HuaiSang soltó un suspiro cuando se encontró solo, guardó los cuadernos a su mochila y salió de su cuarto, dirigiéndose hacia el estudio de su padre. Tocó la puerta y esperó. 

—Pase.—El menor abrió la puerta y entró sorprendiendo al mayor.—¿HuaiSang? ¿Qué haces?

—Padre, vine a pedirte permiso.—Se acercó hasta quedar frente a su padre, siendo separados por el escritorio.—Me invitaron a la casa de los Jiang para este fin de semana.

—No podrás ir...

—¿No?—Ladeó la cabeza, fingiendo confusión.—¿Intentas aislarme?—Interiormente sonrió al ver el asombro de su padre.—Ya veo, en realidad quería conocer a Song Lan, dicen que da clases particulares matemáticas y lo necesito si quiero mejorar mis notas. Es una lástima.

—Pero tienes a MingJue.

—¿Y quitarle su tiempo de estudios?—Sonrió tristemente.—No quiero eso, así que dame permiso para ir a la casa de Cheng. ¿O quieres que siga con esas notas? ¿Te decepcionarás? 

El mayor frunció el ceño, no se esperaba aquellas palabras, pero de alguna manera le gustó la respuesta del menor. Si no recordaba, él siempre asentía cuando rechazaba su petición y se retiraba en silencio, pero todo había cambiado, en ese momento, lo había enfrentado sin temer.