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Las hojas caían, meciéndose suavemente hasta caer en el suelo, crujiéndose por cada pisada. Eso era una señal de que el otoño había llegado. 

No recordaba cuántos años habían pasado desde que tuvo esa oportunidad. 

—Es hora.—Habló la silueta desde la puerta observando la espalda de aquel joven quién alzó la mano con elegancia hacia adelante. Una golondrina se posó en los dedos de éste—¿Estás bien?

—Sí...—Respondió mientras que la otra mano acarició la cabeza de la golondrina, luego la agitó para que se fuera el ave.—Esta casa... Está lleno de tantos recuerdos... Es mejor mudarme y tener un nuevo comienzo...

—HuaiSang...—Susurró.

El mencionado, sin borrar la sonrisa, se volvió hacia la silueta. Una mechón delantera se meció por el aire, pero en vez de quejarse, sólo la pasó detrás de su oreja, mostrándose relajado. 

—Gracias por todo, XuanYu.—Agradeció y se acercó hacia él.—Y lo siento. 

—N-No te disculpes...—Respondió nervioso.—Más bien... ¡Tengo que agradecerte por ayudarme!

HuaiSang asintió y palmeó el hombro del menor antes de dirigir hacia la puerta que indicaba salida de la habitación dónde tuvo tantos recuerdos dolorosos, pero también felices. Alguien lo esperaba fuera y estaba seguro de que todo estará bien. 


*-*-*


Hasta la próxima actualización. 

A different destination. [Niecest]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora