Fastidioso YuGyeom 2

17.-Biblioteca II

Paso saliva nervioso al notar como TaeHyung no dejaba de mirarlo ni por milagro. Las ganas de querer correr lejos de él estaban tan presentes que cuando Tzuyu apareció con su libro, no dudo en preguntarle por una segunda salida. Porque en verdad no quería ver a TaeHyung ni en pintura. Ya había sido mucho el daño que le había causado como para que todavía viniera y le hiciera más.

¡No!, ya no.

-¿Ocurre algo, JungKook?, ¿Quieres que llame a alguien?

-No, no. Estoy bien. Creí que había visto algo, pero no. Fue mi mala visión por no haber dormido.

Tzuyu asintió no muy convencida. Le entregó le libro junto con su cambio y le despidió sonriendo como siempre que JungKook iba. Lo vio salir y desaparecer. JungKook avanzó por la calle siendo seguido por TaeHyung a una distancia prudente. Y aunque el menor no quería ni verlo, sus nervios eran tantos que en más de una ocasión se había girado a verlo. Comprobando que seguía detrás de él. Al llegar a la parada de autobuses su corazón latió eufórico al notar que el lugar estaba solo y que muy probablemente, TaeHyung aprovecharía para acercarse.

Y efectivamente así fue. TaeHyung se acercó a él sin dejar de verlo.

-JungKook-ah... - Pero JungKook no se giró. Abrazo al libro como si este pudiese defenderlo de lo inevitable. - JungKookie, tenemos que hablar.

-Yo no tengo nada de qué hablar con usted, señor.

Seguía en su modo de darle la espalda. No quería mirarlo ni de broma, pero como siempre, Kim TaeHyung tenía otra idea. Se paró delante de él obligándolo a mirarlo y haciendo que el menor le golpeara la mano de inmediato. Sorprendido, pero no asustado por el golpe, TaeHyung lo miró.

-Tenemos que hablar, JungKook.

-Ya le dije que no. Váyase y déjeme tranquilo. No me haga golpearlo.

Pero el mayor, sin duda, era terco y persiste cuando quería algo. Así que, tentando su suerte y el estado de ánimo de Jungkook, lo sujeto de las mejillas obligándolo a mirarle. Jeon abrió sus ojos asustado mientras se quedaba quieto con el miedo invadiéndole el cuerpo por completo, provocado que no se pudiera mover en lo absoluto cuando sus ojos encontraron los de TaeHyung. Su corazón latiendo eufórico y sus manos sujetando el libro de Admiración contra su pecho con algo de fuerza mientras intentaba que su cerebro mandara reacciones correctas a su cuerpo para alejarlo. Solo que, tanto su ojos como cerebro y corazón sólo podían mirar al mayor en espera de su siguiente movimiento. Rogando a todos los dioses que no se diera cuenta de cuando lo afectaba en realidad con sólo tocarlo y mirarlo.

-Voy a hacer que vuelvas a ser el mismo niño que eras antes, JungKook-ah. Voy a remediar todo lo malo que te hice pasar.

-Así no funciona esto, TaeHyung. Yo no soy el mismo chico de 24 años que te creyó todo lo que decías. Así que por favor, suéltame.

Y sin esperar a que TaeHyung reaccionara, el menor lo apartó de su espacio personal justo en el momento en que el autobús se detenía frente a él.