Fastidioso YuGyeom 2

33.-Vete

Mark levantó la cara justo en el momento en que Jackson se inclinaba para darle un beso en la coronilla. Logrando que sus labios terminaran en la frente del mayor. Una sonrisa apareció en los labios del chino cuando Mark frunció el ceño. Le gustaba verlo de ese modo. Un poco enojado por el estrés, pero sonriente por cuál razón.

-Te amo... - soltó Jackson fijando su mirada en la del mayor. - te amo con todo mi corazón, Mark.

-No es necesario que me lo digas diario, lo sé. - para Jackson, no pasó desapercibida la forma en la que Mark le habló. Sin sentimientos de por medio. Lastimando un poco al menor en el proceso. El silencio reino en la casa. Asfixiante hasta el punto de hacerlos sentir incómodos y fuera de lugar. Mark se levantó de la silla, caminando por la sala e intentando encontrar las palabras para decir lo que quería. - quiero que te vayas de la casa...

Dijo mirando la puerta de la casa. Sintiendo su garganta arder y su corazón latir con dolor. En realidad no lo quería, pero sabía que no era sano. Si se había divertido la noche anterior en la casa de Bambam, pero eso no quitaba que su relación ya no fuera como al inicio. Que su vida en pareja se resumiera a verse una semana por mes cada dos o tres meses. Al principio creyó que podría, que no sería tan malo que Jackson se fuera por tanto tiempo, pero al llegar su primer aniversario y no estar con él más que por medio de una pantalla, fue que no le pareció. Al llegar el segundo aniversario fue que dijo que no lo quería así. Mark ya no quería seguir con Jackson porque ni siquiera podían estar en la misma sala sin discutir. Porque su chino ya hacía las cosas por monotonía.

-¿Quieres que me vaya? - preguntó al borde de las lágrimas.

-Lo nuestro ya no es lo mismo desde hace un tiempo, Jackson. Creo que es lo mejor por ahora.

Jackson sintió la primera lagrima resbalar por su mejilla. Dándole a entender a Mark que le dolía. Que quizás era la mejor decisión para ellos, pero no para Wang. Su corazón se partió a la mitad cuando el menor se levantó y lo abrazo con fuerza. Sintiendo como los sollozos de quien amaba, se perdían en su cuello y sus brazos daban suaves caricias en su espalda y cabello. Y aunque sentía que se arrepentiría, lo alejo. Beso si frente y sus labios por última vez antes de hacerse a un lado. Dejando a la vista la puerta de la entrada.

-Está bien, pero que sepas que no voy a permitir que dejes de amarme, Mark. Voy a recuperarte. No importa lo que me cueste.

-Será mejor que te vayas. Tienes trabajo que hacer para la pasarela.

Jackson camino unos cuantos pasos hasta la puerta. Deteniéndose no muy lejos de la manija y mirando a quién amaba con todo su corazón. Le sonrió un poco y luego, lo inevitable pasó. Salió de aquella casa con sus ojos rojos del llanto y el corazón herido. Mark suspiró, conteniendo las ganas de correr y abrazarlo. Con las ganas de gritar ante lo que había hecho. Así que, simplemente se sentó en el frío suelo, llorando en voz baja junto al sofá de su sala.