Fastidioso YuGyeom 2

55.-No voy a dejarte ir

Muy bien, ya no se sentía tan mal como la semana pasada, pero tampoco se sentía al 100 como para estar en esa clase sin prestar del todo atención. JinYoung hablaba y hablaba de cosas que, la verdad, no quería saber. Él sólo quería que él reloj en la pared marcará las 3 de la tarde y así poder salir a comer con Mark. Quería que esa hora pasara rápido y así podría correr directo a la facultad de Ciencias, huyendo del mayor a toda costa como venía haciéndolo con ayuda de JiMin.

-YoungJae si tanto sueño tienes deberías irte a casa...

La voz del mayor lo hizo levantar la mirada asustado. Sus compañeros lo veían mientras se reían de una forma queda. JiMin lo volteó a ver.
YoungJae simplemente hizo una reverencia. Pidiendo disculpas al maestro frente a él y a sus compañeros por arruinar la clase.

-Lo siento, profesor Park.

-Sí, siempre lo sientes y jamás se nota que sea real. - dijo mirándolo fijamente. - toma tus cosas y ve al salón de música. - YoungJae paso saliva con miedo. Ese salón estaba al final de la facultad, pegado al campo abierto de la facultad de Ciencias del deporte. Ese lugar siempre estaba solo después de las 2 de la tarde. - ¿Qué no me escucha?, le dije que salga de mi clase.

-S-si...

Tomó sus cosas y una vez salió de la vista del profesor, corrió a su auto sin siquiera importarle si mañana lo regañaban de nuevo. Si JinYoung se enojaba tanto que lo reprobaba. Le valió porque tenía miedo de esperar a lo que sea que Park quisiera hacerle. Subió al auto y dio marcha rumbo a la empresa de JaeBeom. Bajo corriendo y subió por el elevador hasta el último piso. Tocó la puerta y un leve "adelante" se escuchó. La abrió y dándose cuenta de que el mayor estaba solo, corrió a sus brazos.

Llorando y pidiendo disculpas atropelladas en un intento de hacer sentir bien al mayor y a su propio corazón. Quizás no había sido la mejor idea el saltarse un castigo, pero lo prefería así.

-¿Qué pasa?, YoungJae, tranquilo... - JaeBeom lo apretó contra su cuerpo con fuerza pues el cuerpo de su niño temblaba. Y él no sabía si era por el frío o por el miedo.

-Lo siento tanto, hyung... - repitió por enésima vez. - lo lamento.

-No pasa nada, bebé. Tranquilo.

YoungJae siguió llorando aún cuando JaeBeom le decía que todo iría bien, que nadie podía hacerle daño mientras él estuviera y eso le dio más miedo.
Porque JinYoung sabía eso y podía usarlo en su contra.

-No quiero que te pasa nada, hyung. - dijo sobre el cuello del mayor. - te amo demasiado como para perderte.

-No vas a perderme ni yo a ti. - aseguro. - nadie te va a volver a hacer daño. Jamás.

-JinYoung...

-Ese imbécil no sabe en la que se está metiendo. Nadie toca a quien amo y sale ganando.

Ante aquello, el menor sonrió. Tener a JaeBeom con él era lo mejor que la vida le pudo dar. Era el mejor novio que alguna vez imagino tener. Y daba gracias por eso.

-No voy a volver a la Universidad...

-¡Claro que volverás!, y ¿sabes por qué? - YoungJae negó. - porque nadie puede con Choi YoungJae, el mejor cantante y compositor de la Universidad de música de Seúl. Porque eres fuerte y porque está vez, no importa que tanto me lo pidas, no voy a dejarte ir solo a ningún lado.