Fastidioso YuGyeom 2

43.-Celebridades

No estaba de más decir que cada pareja iba en un auto diferente y si, JungKook y TaeHyung iban en el mismo rumbo al restaurante de la madre de JaeBeom. Se negó, claro que sí, pero al ver cómo Jackson y Mark subían al mismo auto y luego a YoungJae y JaeBeom en otro y a YuGyeom y Bambam en el convertible del menor, no le quedó más que aceptar ir en el Jeep. Le gustaban los Jeep, no al grado de querer comprarse uno, pero si lo suficiente como para viajar en él. Aunque el conductor fuera Kim TaeHyung.

-¿Lograste comprar algo? - la voz de Kim mayor lo hizo deja de mirar el auto con ojos grandes y brillantes.

Asombrado más que nada por ser el modelo más reciente que la marca había sacado.

-Unas cuantas camisas y pantalones. - dijo ignorando el hecho de que TaeHyung era quien le hablaba. - no pude conseguir las botas que modelo Jackson hyung. Me gustaron muchísimo.

TaeHyung asintió antes de detenerse en el semáforo justo detrás del la camioneta de JaeBeom. Giro la mirada al menor que iba a su lado, tocando el asiento y sonriendo como niño chiquito con juguete nuevo. Lo amaba, vaya que sí y era justo por eso que necesitaba recuperarlo. Lo necesitaba a su lado como antes.

Como cuando tardaba más de dos horas viéndolo solo para que le diera un tierno beso en los labios. O cuando lo hacía sonrojar tanto que terminaba escondido en su cuello mientras lo insultaba. Deseaba tanto esos momentos.

-Puedo conseguirlas por ti si así lo deseas...

Y vaya que pensó muchos esas palabras porque sabía con quién estaba hablando. JungKook frunció el ceño mientras negaba repetidas veces.

-No es necesario. Las conseguiré después. - dijo. - no quiero nada que venga de ti, salvo que me lleves al restaurante esta noche.

-Lo entiendo. Y lo lamento.

JungKook asintió y volvió a mirar hacia enfrente donde el semáforo cambió a verde dándole la indicación de avanzar. No pasó mucho cuando llegaron al gran restaurante de la señora Lim. Lleno de gente con trajes y vestidos caros. Autos yendo y viniendo en todo momento.

JaeBeom bajo del auto para luego entregar sus llaves una vez YoungJae también descendió. Sonriendo, tomó su mano y lo guio hasta la entrada, donde una bella mujer de cabello negro y sonrisa enorme los recibió.

-¡JaeBeomie! - Chilló la mujer cuando el hijo apareció sonriendo. E inevitablemente la abrazo. Sintiendo como sus mejillas ardían y la vergüenza lo atacaba cuando un: "-¡Ah!" de parte de todos apareció. - ¿Mesa para cuantos?

Porque a pesar de ser una de las mujeres más ricas de Seúl, conservaba su gentileza y amabilidad.
Algo que a mucho les faltaba.

-Mesa para 8. - respondió JaeBeom. - ¿por lo menos hay mesa para esa cantidad de personas?

-¿Tú crees que tu madre no sabría que vendrías con las personas más importantes?, yo también tengo mis secretos. Le guiño antes de guiarlos personalmente hasta la habitación privada en el segundo pisa del lugar.
JungKook abrió los ojos enormemente cuando la puerta fue abierta. Dejando ver lo grande que era. Con una ventana desde el techo hasta el suelo. La mejor vista de Seúl. Todos ingresaron impresionado por la decoración y el aura tan tranquila que sentía. La señora Lim sonrió satisfecha. - Bienvenidos a la habitación familiar. - dijo. - es un gusto tener al doctor más importante de Corea con nosotros. - saludo a Mark con una sonrisa. - al dueño de Kim company. La mejor empresa de inmuebles y muebles del mundo.

YuGyeom hizo una reverencia mientras sonreía a la mujer frente a él.

-Mira nada más, si es Jackson Wang, el modelo más solicitado. - la mujer le sonrió. - desde luego que reconozco esa sonrisa. - miró a TaeHyung. - el Ceo de la agencia más grande de modelaje en Seúl; y que me dicen del pequeño JungKook. El menor hizo una reverencia mientras intentaba que sus mejillas no ardieran más de lo que ya lo hacían. - El cantante más guapo y el Playboy internacional... - ante aquello fue imposible que JungKook no ardiera en vergüenza. - y mi querido YoungJae, ¿cómo te trata ese niño?, ¿te cuida bien?

-Sí, señora Lim, JaeBeom hyung me cuida bien.

La mujer asintió.

-Muy bien, ahora solo me falta este rubio cachetón... - señaló a Bambam. - Tú sin duda eres el ángel de mi querido YuGyeom. Sigue cuidándolo, Bambie. Este niño es un bebé que necesita mucha atención.

-Desde luego que sí.

Después de eso, aquellos hombres dentro de la habitación tomaron asiento justo como se habían ido en los autos.