37.-Callejón

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Quizás mentir no era lo mejor del mundo, pero no tenía opción. No cuando JaeBeom estaba hasta el tope de cosas por hacer como para todavía agregarle sus problemas.


¡No!, YoungJae ya tenía 28 años y no debía dejar que otros resolvieran sus cosas cuando él tenía edad suficiente para hacerlo. Tomó dos bolsas de gomitas para Mark y camino a la caja. JiMin se había ido hace un rato porque su novio lo esperaba para ir a sabrá Dios donde. Así que estaba solo. No era muy normal que eso pasará, pero no importaba. Pago los dulces y las cosas que llevaba para la cena. Unas cuantas galletas y jugos extras. Porque sabía que a Mark también le gustaban.

Le sonrió a la chica que lo atendió y salió del lugar sin fijarse por donde iba. Entendiendo un poco después que había sido su peor error. Porque JinYoung lo seguía un poco cerca.

YoungJae camino calle abajo, unas cuantas cuadras antes de encontrar su auto estacionado frente a una cafetería.
Quito los seguro y arrojó todo en los asientos traseros. Cuándo cerró la puerta, muy dispuesto a conducir rumbo a la casa, sus acciones fueron detenidas por unas manos que lo sujetaron de la cintura y la boca. Prohibiéndole gritar o siquiera hacer un ruido. Lucho contra quien lo tenía prisionero hasta que se cansó. Hasta que sus brazos fueron fuerte sujetado y sus piernas elevadas del suelo. Sus ojos muy abiertos y a nada de comenzar a derramar lágrimas del miedo.

¿Lo estaban secuestrando?

-Deja de hacer berrinche sino quieres que te vaya peor, YoungJae.

Aquella voz hizo eco en su cabeza. JinYoung en su mente y JaeBeom en su corazón. JinYoung lo llevó a un callejón no muy lejos del auto y lo arrojó al suelo junto a un gran cesto de basura. YoungJae comenzó a llorar en el momento en que el mayor le sonrió. Esa sonrisa ni siquiera había deseado en volver a verla. Era fea y sin duda la peor.

-¿Qué quieres...?, ya no tengo nada que darte. Todo lo tuviste cuando estuve contigo.

-Tú sabes bien que te fuiste de mi lado sin decirme nada. Me dejaste solo en ese apartamento que era de ambos y para mi sorpresa, poco después, resultó que salías con un millonario.

-Me hiciste daño, no iba a quedarme.

JinYoung se acercó a él, abriendo sus piernas en el proceso y tocando sus muslos con gusto. YoungJae desvío la mirada cuando sintió la respiración del mayor en su cara. Evitando que sus ojos se encontrarán y que JinYoung pudiera besarlo.

-No tienes idea de lo mucho que te he extrañado, amor. - susurró en el cuello del menor. - te extraño tanto que mira lo que me has obligado hacer para tenerte.

-¡Estas loco!

JinYoung le sonrió. Tomo su cara para girarla con fuerza y así poder tener los rojizos labios del menor frente a él.
Se inclinó un poco sintiéndose feliz por poder volver a probarlos. Más YoungJae vio eso como la oportunidad de salir corriendo de ese lugar. Dejó que el mayor se acercara un poco más y cuando lo vio con la guardia baja, levantó la rodilla con fuerza, dándole justo en la entrepierna a quién se atrevía a tocarlo sin permiso.

-¡No me vuelvas a tocar!

Grito cuando logro sacárselo de encima. Se levantó a toda prisa y salió corriendo hasta su auto. No espero ni un minuto antes de meter la marcha y dirigirse con urgencia a la empresa de YuGyeom.

Fastidioso YuGyeom 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora