Barbara se despertó justo cuando Macarena se sentó sobre sus piernas el sábado por la mañana; y como siempre, se despertó con una sonrisa que mostraba toda la felicidad que sentía cuando se despertaba con la mujer de su vida pegada a su cuerpo. Sus manos se extendieron sobre los suaves muslos de Macarena antes de que incluso abriera los ojos, y luego encontró ese mar azul solo para ella.
- Buen día.
- Buen día mi amor. - Dijo Macarena y sostuvo la cara de Bárbara en sus manos, tirando de ella, haciendo que la morena se sentara en la cama. Y luego se acomodó en su regazo. - ¿Sabías que amo tu voz en la mañana?
- ¿Ah, sí? ¿Porque?
Mordiéndose el labio inferior y sonriendo, Macarena acercó su rostro al de Barbara y dijo contra su boca:
- Porque me vuelve loca de lujuria.
Las manos de Barbara se apretaron en la cintura de Macarena.
Pero antes de que pudiera desahogar el deseo que crecía en su vientre, vio a la novia saltar de su regazo. Estaba completamente desnuda, como siempre dormía, y ese cuerpo escultural siempre dejaba a Barbara sin aliento. Devoró a Macarena con los ojos antes de levantarse de la cama e ir a su encuentro; la inmovilizó contra la pared, apoyando una mano al lado de ese hermoso rostro.
- ¿Por qué estás huyendo?
- Porque tenemos una cita ahora en la mañana.
Riendo, sintiéndose tonta como cuando era adolescente, Macarena escapó bajo los brazos de Bárbara, solo para ser agarrada por la cintura. Cuando la levantaron del suelo, gritó y se retorció de risa, era obvio que la morena le haría cosquillas a esa hora de la mañana.
- ¿Qué podría ser más importante que mi urgencia para hacerte reír?
- Tu urgencia por hacerme venir.
Barbara se echó a reír, lo que hizo que Macarena lograra escapar de sus brazos, y luego corrió al baño. Su novia la persiguió deliciosamente y luego la arrinconó contra la puerta del baño.
- Esta urgencia existe todos los días, mi amor. Casi todo el tiempo
Macarena suspiró.
Las manos de Barbara subieron lentamente por su cuerpo, una mano estaba extendida en la puerta al lado de su cara.
- ¿Casi?
"Sí", dijo Barbara con un suspiro, su mano alcanzó el cuello de la novia, la abrazó suavemente. - Pienso en otras cosas además de hacerte venir.
Sonriendo, Macarena envolvió su cuello alrededor de su novia.
- ¿Como que?
- Como el día en que te conviertas en mi esposa, construir una familia contigo. El estreno de tu novela, en el que babearé tanto que llenaré un océano.
- ¿Construir una familia?
Barbara selló los labios de Macarena con dulzura.
Y fue a llenar la bañera para ellas; si iban a tener esa conversación, la iban a tener estar sentadas lo más relajadas posible. Macarena esperó pacientemente y luego se sentó frente a Bárbara en el jacuzzi y la espuma perfumada. Pero nada mejor que el olor de su morena.
- Nunca hablamos de construir una familia ...
- No.
- ¿Quieres?
- ¿Como?
- Nunca pensé que querrías tener hijos.
- No sé si quiero. - Barbara reflexionó y tiró del pie de Macarena para darle un delicioso masaje. - Podríamos tener un conejo.
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El mar de tu mirada | Barbarena I Terminada I Editando
RomanceBárbara Lopez vive una vida tranquila y pacífica. Trabaja en una conocida librería en el centro de Monterrey; La mayoría de las personas son clientes antiguos que la conocen desde que era una adolescente cuando solo era la hija del dueño del lugar...