𝑽𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 (𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂)

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟚𝟡

~Narra Thomas~

Me desperté de repente, con cierta dificultad abrí los ojos, y me dí cuenta de que estaba atado a una cama.

-Oh no, por favor otra vez no... (dije mientras analizaba la habitación).

Era muy grande, con un gran ventanal a mi izquierda que dejaba entrar la luz de la luna, un escritorio a mi derecha y una puerta frente a la cama.

Traté de librarme de las cuerdas que tenía en cada una de las manos. Era inútil, eran super resistentes y ni con un cuchillo podría librarme de ellas. 

De repente escuché como unos pasos se acercaban a la habitación. Una mujer robusta y de cabellos claros entraba en la habitación.

-Tú debes de ser Thomas (dijo acercándose a mí).

-Sí soy yo, por favor, desátame, alguien me ha traído aquí y me ha- (me tapó la boca con su dedo índice).

-Shhhh, calla... (dijo mientras me acariciaba el pecho).

-¿Qué hace? Por favor, sáqueme de aquí.

-Tú no te vas a ningún lado... Eres muy guapo.

Siguió acariciándome y me empezó a desabrochar la camisa.

-No,no,no,no, por favor pare, ¡sáqueme de aquí! (le grité).

Me agarró el cuello impidiéndome respirar.

-Será mejor que no te resistas... (Dijo mientras seguía desabrochandome la camisa )

-No, puedo, respirar (le dije como pude a lo que él levantó la  mano de mi cuello, voviendo así a recuperar la respiración).

Ella siguió acariciándome y yo seguía intentando deshacerme de las cuerdas.

-Por favorrrr (le supliqué de nuevo) por favor para...

Se acercó a mi boca y me calló besándome, introduciendo su lengua en mi boca, era asqueroso.  Moví la cabeza para liberarme de su boca, fue complicado pero lo conseguí.

A continuación empezó a acariciarme el torso con sus dedos y comenzó a bajar, llegando a mis pantalones.

Me acarició el pantalón y desabrochó el botón de éste, me los bajó y me dejó en bóxers.

-Por favor señora, se lo pido, déjeme ir (me empezaron a caer lágrimas) por favor...

Siguió con sus roces.

-No,por favor, no se lo diré a nadie, pero ¡por favor, para! (le seguí suplicando).

-¡¡¡¡Cállate!!!! 

Gritó y me dio un gran golpe en la cabeza.

-¡¡¡¡¡¡¡Awwwwwwwww!!!!!!! (grité).

-Si no te callas  te mataré (dijo mientras retrocedía unos pasos).

~Narra Newt~

Había pasado más de un cuarto de hora y Thomas no volvía, me empecé a preocupar y decidí buscarle.

-Oye, ¿sabe dónde está mi amigo? (Pregunté al hombre que nos sirvió la bebida).

-Ehm, no, no tengo ni idea (dijo éste).

No le creía, había algo extraño en su mirada, pero daba igual, lo importante era encontrar a Thomas. Me metí en medio de la multitud y encontré a Carla.

-¡Carla! ¡Thomas ha desaparecido!

-¡¡¿Qué?!! 

No sabíamos dónde podía estar, salimos del club y miramos si se había llevado el coche, pero no era el caso. 

Algo me decía que debía de estar en una de las habitaciones que había en el club, porque resulta que el club era también un hostal.

Decidimos subir a la zona de habitaciones y escuchamos gritos, parecían gritos de dolor.

-¿¡Es Thomas!? (grité a Carla).

-¡Sí, es él!

Corrimos hacia la habitación de la que procedían, dí una patada tan fuerte a la puerta gracias a la adrenalina, que la derribé.

-¿Newt? Ayuda (dijo sollozando)

Lo que vi dentro de ésta me dejó sin aliento. -¿¡ Thomas atado a una cama semidesnudo llorando?!- (pensé) Y eso no era lo peor, había una mujer sentada junto a él con una mirada que representaba de todo menos cordura.

Mi instinto mezclado con la inmensa cantidad de adrenalina que había en mí, me hizo abalanzarme contra aquella mujer, esto hizo que éste se golpease tan fuerte la cabeza contra la pared dejándola inconsciente.

Me apresuré a desatarle las cuerdas, lo que me llevó un buen rato ya que estaban muy bien atadas y eran muy resistentes.

Carla de repente se de la habitación.

-Newt (dijo Thomas, casi sin aliento) Gracias...

-De nada (dije mientras le besaba los labios).

No soportaba verle así, tan débil, vulnerable, con la cara llena de lágrimas.

Terminé de desatarle y le subí en brazos. Salimos del cuarto y corrí lo más rápido que puede (teniendo en cuenta que llevaba a Thomas sobre mis brazos) hacia el coche de Carla, el cual ésta ya lo había arrancado.

Carla nos sacó de aquel lugar y nos llevó de vuelta a casa.

Me senté con Thomas en la parte trasera del coche y éste nos contó entre sollozos todo lo que había pasado.

-Thomas, lo siento mucho (le dije sin evitar derramar algunas lágrimas). 

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