𝑽𝒊𝒗𝒊𝒓 𝒅𝒆 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒂𝒅 (𝑻𝒆𝒓𝒎𝒊𝒏𝒂𝒅𝒂)

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝟙𝟛

~Narra Thomas~

Llorar, llorar era lo único que podía hacer, no le encontraba ni le iba a encontrar, lo mejor era empezar asimilarlo para dejar de sufrir tanto.

Segundos después, un reflejo de luz llamó mi atención, venía del pasillo, me sequé las lágrimas, y decidí seguir el reflejo, anduve por el pasillo, y vi que la luz seguía por otro pasillo, y continué siguiéndola, hasta que al fin llegué a su origen, el maldito cristal de una ventana, había estado todo este tiempo siguiendo el maldito reflejo de una ventana.

Volví a desesperarme, me encontraba fatal, solo estaba perdiendo el tiempo, mientras tanto Newt podía estar sufriendo...

De repente escuché una voz de lejos, parecían ¿¡Gritos!? ¿¡Estaba escuchando gritos!? 

Corrí hacia el origen de los gritos, pero el eco de la escuela me lo dificultó mucho, la voz cada vez se escuchaba más cerca, solo esperaba que esos espantosos gritos no fuesen de Newt. Seguí corriendo, y la voz era  cada vez más nítida. 

Una sensación de un profundo alivio me recorrió el cuerpo al darme cuenta de que la voz no era de Newt, sino de una chica, era una voz, una voz que me resultaba muy familiar, demasiado familiar. 

Dejé de correr esperando poder diferenciar la voz, y se me pasó por la cabeza que era Teresa, pero no podían ser de Teresa esos gritos que parecían casi demoníacos. 

Decidí seguir corriendo hacia esos gritos, hasta que al final de un oscuro y viejo pasillo, vi una puerta de metal, muy pero que muy oxidada, daba la sensación de que nadie la había abierto en unos cuantos años. 

Me acerqué a ella, y pude ver una pequeña luz que salía de debajo de la puerta, lo cual quería decir que había alguien dentro- ¿Para qué querría alguien entrar en un sitio cuya puerta parecía más vieja que Tutankamón? Seguro que para nada bueno- pensé

Un impulso me dijo que abriese la puerta de golpe, pero mi subconsciente me decía lo contrario, dentro podía encontrarme cualquier cosa, como por ejemplo una persona totalmente ida, dando gritos.

Abrí la puerta lo más sigilosamente que pude, no podía advertir mi presencia a quien estuviese dentro. Una luz cegadora me hizo cubrirme la cara con los brazos. Tardé unos segundos en poder ver bien, y lo que vi, me dejó sin aliento...

Nunca había visto algo tan horrible en toda mi vida, era una especie de campo de baloncesto abandonado, había una chica completamente manchada de sangre, dada la vuelta, haciendo algo en una grada que estaba usando como mesa, y un chico rubio, atado de pies y manos a una silla, no pude diferenciar quién era, ya que estaba del lado contrario a mí, al igual que la chica. Me quedé completamente paralizado. 

Sin darme cuenta, la puerta se cerró de golpe tras de mí haciendo un sonido tan fuerte que me delató por completo, involuntariamente ,me dí la vuelta para salir de ese espantoso lugar, pero me di cuenta de que la puerta no tenía pomo, estaba encerrado. 

Intenté abrir la puerta a patadas, y escuché como aquella persona loca, dejaba algo en la grada que parecía de metal por su sonido al chocar con la grada de metal, y se daba la vuelta, lentamente, mostrando un tic nervioso en la cabeza, típico de una película de terror.

-¡Anda! ¡Si es Thommy! (dijo la chica mientras se daba la vuelta)

¿Cómo sabía quién era si no me había visto? Y Thommy, ¿por qué me llamaba Thommy?

Al girarse por completo, y darme cuenta de quién era, me empezó a dar una ataque de ansiedad tan grande, que hizo que me costase respirar, hasta que me desmayé.

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