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-! Sáquenme de aquí!- grite. Esto estaba muy mal, toqué el piso de mi celda para comenzar a ambientarme con mi entorno. Estaba húmedo y resbaloso, comenzaba a asquearme seguir en el mismo lugar. -! Se han equivocado de persona!- grité completamente desesperada pero yo sabía que no era así, era a mí a quien buscaban, era a mí a quien necesitaban como arma. Una bomba de fuego.

-Si dejas de gritar tal vez te cambien de celda.- Una voz dijo a través de la puerta de madera que negaba mi salida, pude ver un poco de su cabeza por una pequeña abertura en medio de ella.- De echo tu sabes más que nadie, que puedes salir con tus propias manos de aquí, destruir todo y todo lo que desees, ¿No es así?

-! Cállate!- grite tapando mis oídos con mis propias manos-! Cállate ahora! 

Comencé a sollozar, totalmente débil como una vil rata encerrada. Mis mejillas ardían, todo mi cuerpo comenzó a arder de repente sin un solo esfuerzo, no podría controlarlo por mucho más.

Sentía raspones y heridas, en su mayoría solo eran arañazos y golpes como si hubiera sido atacada por un gato gigante, pero ¿Qué fue lo que me paso en realidad? ¿Un gato? Comencé a recordar un poco, algo me atacaba me lastimaba pero no pude ser capaz de ver algo concreto.
El calor volvía, sentía que iba a explotar, toda la energía viajaba por mi cuerpo buscando una salida, acercándose a mis brazos como el arma que en realidad yo era en este momento.

Danger  -Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora