13.

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-Dios, chica. Estas jodida.- Me escuché decir sin poder controlarme.-Creo que necesitas un médico enserio.
Me vio con ojos temerosos y sin soltarme.

-Nunca me creen.- Dijo soltándome y sentándose en el piso, dirigió su mirada a la ventana a mirar a la nada.- Pero siempre se arrepienten al final.- Me vio a los ojos como si supiese todo de mí, como si al verme se adentrara en mi cabeza y leyera todo lo que yo pensaba.

-Entonces… ¿Quieres que llame a un doctor? ¿O te llevo a tu cuarto?

-A donde desees chica de fuego.- La miré a los ojos aterrorizada, ¿Cómo demonios podría saber eso? 

-¿Quién demonios eres? ¿Cómo lo sabes?- Rió por lo bajo como si se burlara de mí.

-Los secretos tarde o temprano dejan de ser secretos para gente como nosotros.- Me vio de nuevo.- Te vi, estabas en peligro, probablemente si aceptaras tu don no estuvieras en peligro.
Se miro las manos, nerviosa.

-Digamos que soy “especial”- Dijo haciendo comillas con los dedos.- Como tú, esa es toda la explicación que te puedo dar.

Una pequeña risa histérica salió de mis labios, puse las manos en el frio suelo para comenzar a respirar pausadamente.

-¿Qué haces tú?- pregunte sin verla.

-Puedo ver el futuro. Es así como te vi creando fuego, lamento decirte que aún no lo controlas y se nota.- Voltee a verla para preguntar a que se refería pero ella sin esperar contestó.- Estas ansiosa y a la defensiva todo el tiempo, aún no sabes que hacer e ignoras tu don.

-No lo ignoro.- Contesté en cuanto me di cuenta de que pasaba en realidad.- Es solo que no se qué hacer, le hice daño a mi padre con esto de donde vengo, tengo miedo de no poder controlarlo frente a la gente y que todos me vean como la fenómeno que me siento.- Unas lagrimas que no pude controlar salieron sin avisar dejándome humillada en su presencia.

-Para eso se practica, para dejar de cometer errores.- La ayude a levantarse y la llevé hasta su cuarto, nos presentamos formalmente y acordamos seguir en contacto próximamente.
A las dos de la mañana entré a mi cuarto de nuevo, no podía creerme todo lo que había pasado, al menos me sentía mejor conmigo misma y menos asustada. Había más de nosotros, ella me lo había dicho.

-Donde menos te lo esperas.- había dicho.
Me hizo pensar en Louis. Tal vez, no se había equivocado con el señor Gabriel después de todo. Probablemente llegamos al lugar equivocado al final.

Danger  -Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora