1.

101 6 0
                                    

Era una mañana como cualquier otra, un día común y corriente para cualquiera pero no para mí. Realizo mi bien ubicada jornada matutina como si fuera un día común y corriente, sin embargo, no me sentía como antes, algo había malo en mi hoy y no tenía la menor idea de que era.

El camino hacia la escuela era largo pero no cansado, lo aprovechaba comúnmente para pensar simplemente en nada importante o escuchar música, escapar de la fea realidad.
Tengo metas ¿saben? Supongo que un padre alcohólico y una madre muerta no ayudan mucho a cumplirlas ya que, técnicamente no tengo ningún tipo de apoyo real en mi hogar. Es una basura.
Ahora sueno como una tipa emo.
Podría decir que en la escuela es un poco diferente por tener amigos, pero no sé, la escuela es una basura también.
Faldas cortas, mucho maquillaje y poco cerebro. La chica ideal por acá.

Mi mejor y casi única amiga en la escuela me alcanzó caminando a la mitad del camino.

-Te siento algo extraña.- Me dijo.- ¿Qué pasa Cam? - Cam, diminutivo de Cameron. Odio mi nombre. Mi padre quería un chico, mas explicación no podría darles jamás.
-No lo sé.- dije siendo más que sincera.- Me siento extraña.
Estábamos frente a la entrada, lancé un suspiro de cansancio y molestia, no quería entrar, era una un asco aburrido estar ahí.

-Yo tampoco quiero entra pero, ¡Oye!- dijo atrayendo mi mirada.- Ya pronto dejaremos todo esto muy atrás.

Mi amiga Danny y yo teníamos esa loca idea de estudiar en una escuela lo suficientemente lejos de aquí como para dejar todo atrás sin que nos importara. Todo esto tendría que pasar naturalmente según su mente ya que pasaríamos a universidad. Parecía algo demasiado bueno para mí en estos momentos, tanto que dolía pensarlo a veces, demasiado.

-Buenos días chicas sin cerebro. – Escuché que decían a mi espalda, podría golpearla, ¿Saben? Pero no, imposible, mi madre alguna vez me dijo que no porque una persona se rebaje al nivel de ofender a otra significa que tú debas quedar igual o peor frente a todos.

-Tu nivel de estupidez me impresiona Sofía.- Se defendió mi amiga Danny al instante. Le lance una mirada de reprobación para que notara que eso no estaba bien, bueno no completamente mal de todas formas.

-Si bueno, no me interesa lo que digas en realidad, no creo que a alguien le interese lo que digas Danny.- Sofía retó a Danny con la mirada alta, al igual que su ego.

-Se te cayó el ego.- Dije.
Sofía miro hacia sus pies asustada y al instante mi mejor amiga nos reímos de ella. Sofía nos miró con odio e hizo un gesto de asco al dejarnos atrás contoneando su delgado cuerpo más de la cuenta para que los chicos la notaran. A veces ese tipo de personas me daban pena, otras solo me daban igual mientras no se metieran en mi camino.

-Oye Cam, ¿Qué tienes ahí? - Sentí que la mano de mi amiga se situaba al lado de mi ojo izquierdo que escondía inteligentemente con el cabello suelto, sentí una punzada de dolor al instante y me quejé algo alto sin poder controlarlo. Me toque con cautela, debería estar morado aun.

-Nada.- Dije al instante que aparte su mano.-Me caí por la lluvia.
Baje la vista con vergüenza, odiaba mentirle a mi mejor amiga.

-Cam, estamos en invierno.- La miré con pena.- ¿Fue tu padre de nuevo?
Lo único que alcancé a hacer fue asentir con el rostro, no tenía nada que decir, toda esta etapa que vivía era una mierda completa.

Danger  -Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora