Danger -Louis Tomlinson

26.

Es curioso como el tiempo pasa más lento cuando estás esperando algo.
Yo lo esperaba a él, pero él no llegaba.
Digo, ¿Pueden creerlo? El bastardo me había dejado sola como por una semana.

¿Qué mierda pasaba ahora? ¿Desde cuándo los chicos se comportaban así? Y desde cuando, por dios. ¿De qué me he perdido?
!Una semana! Y ese beso estuvo bastante bien. No tengo idea de cómo pudo dejarme por una semana.

No teníamos clases juntos, no teníamos otros amigos en común más que los míos. Él no había contactado conmigo, fue como si la tierra se lo hubiese tragado por completo.
Un horror.

Yo estaba de mal humor constantemente, pero dime, ¿Quién no lo estaría en mi lugar? Y me preguntaba constantemente, ¿Por qué no lo tome de la mano cuando tuve oportunidad?
Ahora me sentía estúpida y enojada. Qué buena combinación.

Pude percibir que algunos de mis amigos me dejaban contantemente con mi mal humor, como si me sirviera lo cual probablemente era cierto pero igual no me apetecía estar constantemente sola.
Robert me acompañaba más que nadie. Y sé que se puede malinterpretar, tal y como Louis lo hizo pero poco a poco dejó de importarme, yo sabía que él era solo mi amigo y podía sentir que él sabía que yo era solo su amiga de vuelta.

¿Por qué no todo era genial como con Robert?
Cuando estaba enojada me llevaba a algún lugar cálido y cuando estaba feliz me llevaba a patinar en hielo.
!En lugares donde había hielo de verdad! Y podría decir que eso ayudaba bastante pero no ayudaba lo suficiente.
Un sábado por la noche mientras volvíamos de un parque cercano a la escuela las cosas se pusieron mal mientras estaba con Robert.
Y no, no es lo que están pensando.

Estaba oscuro y había poca gente por donde estábamos. Muy poca para ser sábado. Comenzaba a helar, la noche era fresca normalmente pero poco a poco con el paso de los días lo helado del nuevo clima arribaba.

Sentí un escalofrío y supe que algo malo iba a pasar.
Pude ver que Robert también lo sintió ya que comenzó moverme desde atrás con las manos en mis hombros para hacerme caminar más rápido.

Cuando llegamos a un espacio donde solo había pasto y árboles que era un atajo hacia el dormitorio de chicas pude verlo. Y no lo creí.
Era como ver un fantasma, o un conocido de otra vida.
Mi cuerpo heló en cuanto lo vi y supe que había problemas.
Pensé "!corre!" pero mi pensamiento quedó atascado por haber escuchado su voz, llamándome.

-Cuanto tiempo, Cameron.- Mi padre me veía sonriendo, confiado de estar ahí, como si fuese indestructible y ahora no me tuviese miedo.
No pude decir nada, mi garganta se cerró y comencé a respirar entre jadeos mientras daba pasos hacia atrás. Aterrada, completamente aterrada de él.

-¿Cameron?- Escuché a Robert preguntar-¿Sucede algo malo? ¿Quién es él?- Tenía que sacarlo a él de aquí. Alejarlo de mi padre para que no le hiciese daño. 

-Entonces, ¿No les hablas de mi pequeña perra?- Su tono de voz me hizo dar un pequeño respingo por el miedo, por recordar aquella noche.- Dime, ¿Tampoco saben el maldito demonio que eres?

Y hasta entonces vi su rostro, llevaba un suéter grande que le tapaba casi toda la parte superior del cuerpo. Su rostro estaba hecho un desastre, era como un monstro, como una pesadilla, una pesadilla que yo había creado.
Me quedé inmóvil, viendo mi creación.

-Vengo por fin a acabar con esto, Cameron.- No lo pude haber visto venir antes, el suéter era tan abultado que hubiese sido muy difícil para mí notar que de su bolsillo derecho comenzaba a sacar algo. Sentí a Robert moverse, en vez de caminar como la gente normal simplemente apareció frente a mí comprobando mi idea de que algo muy malo estaba sucediendo. Escuché un disparo y luego nada.

Robert cayó a mis pies y no pude nada más que verlo, no pude ver a mi padre ni escuchar si se acercaba o no. Solo vi a Robert tirado en el piso gimiendo de dolor y apretándose el estomago, el lugar donde el disparo había llegado. Había tanta sangre, en sus manos, en las mías por querer ayudarlo a detener el contante flujo que salía por ahí.

Alguien me jaló hacia arriba y pensé que entonces llegaría ayuda pero no eran más que problemas. Me tomó por el cuello y yo lloraba y gritaba desconsoladamente, me alejó de Robert y aventó lejos y con fuerza en el pasto. No podía reaccionar, estaba completamente conmocionada. Sabía que si no me movía a tiempo moriría y Robert moriría también. 

Vi la pierna de mi padre levantarse y para cuando comprendí lo que iba a hacer era muy tarde. Comenzó a patearme con mucha fuerza en el estomago, la cabeza y todo lo que encontraba. Se sentía como el final… dolía como el final.
--------------------------------------------------------