Danger -Louis Tomlinson

12.

Mi habitación era cálida y cómoda, en cuanto entré me deje caer a dormir… la diferencia horaria me estaba matando desde hace mucho. Desperté a la una de la madrugada sin poder dormir más, la habitación estaba totalmente oscura y daba un aire cerrado que podía asustar más que un poco.

Me levanté y dediqué a buscar un baño afuera, salir fue un total error, hacía demasiado frio. Después de diez minutos de simplemente ir de arriba abajo en el edificio lo encontré, estaba en el primer piso al fondo, las paredes eran blancas y eso intensificaba un poco el frío que se sentía.

Antes de salir del pequeño cubículo que era el baño comencé a escuchar sonidos, sonidos que definitivamente no deberías escuchar en un baño a la 1:15 de la mañana. Eran llantos, pero un llanto bajo, como si no desease ser escuchado por nadie, aparentemente era una chica… o un chico con la voz muy aguda.
Un escalofrió me recorrió por la espalda.

Comencé a abrir la puerta con cuidado para ver a la persona antes de que me viera y saber si estaba en peligro o no. En la esquina arrodillada y viendo hacia el piso estaba una chica, vestía una bata blanca demasiado delgada como para no estar temblando de frío, temblaba un poco pero era a causa de su llanto al parecer.

-¿Estás bien?- Me escuché preguntar sin poder controlarlo, la chica me daba mucho miedo, joder. No me volteo a ver, de hecho fue como si ni siquiera me hubiese escuchado.

-La chica.- Escuché que exclamo por lo bajo.- La chica esta en problemas.
Seguía temblando constantemente y fue entonces cuando me asusté.
-¡AGH!- gritó y con su espalda golpeó el suelo con fuerza, corrí hasta ella para ayudarla.

-¿Qué pasa? Mierda, ¿Estás bien?- Se había desmayado. Después de mojar su cabeza con agua y sacudirla un poco más comenzó a estar consciente de nuevo.

-Oh por dios, ¿Qué pasa?- Estaba desorientada y mareada, se tomaba la cabeza para intentar estabilizarse. En cuanto me vio gritó.- ¡Saint putain!- gritó en un francés natural.- ¿Sigo dentro?- Me tocó el rostro y comenzó a gritar cosas intangibles en idiomas que no conocía.

-¿De qué hablas?- pregunté totalmente exaltada, comenzaba a asustarme aun más de lo que ya estaba. Comencé a retroceder sin levantarme, ella me jaló por los brazos hacia ella… estaba muy cerca.

-Yo te vi… estas en peligro.