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Sentí una ráfaga de viento que me hizo abrazarme más a Robert. Y después…. Nada. Fue demasiado breve, como si me hubiese jalado hacia arriba pero al mismo tiempo como si no hubiese hecho absolutamente nada. 

-Puedes soltarme ahora.- Aún estaba un poco asustada, no quería hacerlo pero de igual forma lo hice ya que él estaba riendo por lo bajo.

Miré a mi alrededor para comenzar a ambientarme poco a poco. Estábamos en medio de la nada, en unas montañas o pedazos altos de tierra con mucho pasto. Todo lucía tan verde que lo hacía sentir muy irreal y pacifico. No había ruidos humanos, ningún automóvil sonaba a lo lejos, solo los aves cantaban… era hermoso.

-¿Dónde estamos?- Alcancé a preguntar. Alcancé a ver a lo lejos muchos árboles y un lago.

-Creo que estamos cerca de El Salvador o Panamá. Sinceramente no tengo idea pero es hermoso, ¿No?- Él se había tumbado en el piso y me miraba con ojos soñadores posiblemente con los mismos que yo lo miraba.

-Lo es.- Dije, me recosté a su lado para mirar ese cielo, lucía demasiado limpio y claro.- Llevarme a en medio de la nada es bastante hermoso.

Ambos reímos y callamos por un momento para disfrutar del lugar, la brisa era suave y refrescante y me hacía desear nada más estar ahí por un rato.

-Salió bastante bien, ¿no crees?- mis ojos estaban cerrados y se sentía todo tan bien que sin abrirlos contesté.

-Pues supongo que sí. No aparecí sin piernas o algo parecido. Creo que es bastante seguro.
Él no contestó al instante, supuse que estaba ocupado pensando que decir o simplemente aprovechando el lugar.

-Hora de irnos.- Escuché que dijo sin levantarse. Sentí que algo me aplastaba y abrí los ojos muy asustada. ¡Era él! Robert me aplastaba y era bastante incomodo la verdad.

-Solo quiero hacer un pequeño experimento.

-Esto no es nada incomodo la verdad.- Esperaba y sintiera mi sarcasmo.
Su risa lo comprobó. Sentí el jalón hacia él de nuevo y de repente ya nada. Escuché risas, gritos y el sonido del trafico todo de nuevo a lo lejos y el frío de la tarde que arribaba. 
Escuché gritos de Danny emocionada y de Rose.
Supuse que la posición era algo extraña vista desde afuera –incluso desde adentro- así que me propuse quitar a Robert de encima de mí.

Fue más fácil de lo que pensé. Al sentarme en el pasto me di cuenta de lo que realmente estaba sucediendo. Stella estaba presente, reía mientras observaba la escena expectante. Louis también se encontraba ahí.

Estaba de rodillas en el piso, lucía enojado mientras jalaba el cuello de la camisa de Robert hacia él. Oh por dios.
¿En serio una repentina escena de celos era lo más recomendable es esta situación? Hombres. Ni siquiera sabía que Louis era violento, la escena era un poco graciosa en realidad. Incluso Robert sonreía, todos habían entendido la situación bastante mal.

Me arrodillé a su altura y jalé por el hombro a Louis hacía atrás, todo él estaba demasiado helado, mucho más que nunca. Al jalarlo tuve que quitar la mano muy pronto ya que una capa de hielo se había comenzado a formar alrededor de ellas.

Vi que él me veía lucía algo confundido, miró a Robert de nuevo y dándose cuenta de lo que en realidad sucedía lo soltó con un pequeño empuje hacia el suelo.
Se levantó y nos observó a todos algo incomodo. 

-Lo siento.- Dijo entrecortadamente hacia Robert, no lo miró a los ojos solo miró al suelo mientras lo decía.
Y se alejó.

Simplemente comenzó a caminar lejos de nosotros como si nada extraño y fuera de lo común hubiese pasado. Me levanté completamente desconcertada por la escena y me dispuse a seguirlo.

-Ten cuidado.- Escuché que Stella dijo, ignorándola por completo ya que no entendía a que se refería seguí caminando dejando a todos mis amigos atrás. Él notó mi presencia y se dio la vuelta interrogante.

-¿Qué demonios sucede contigo?- No sé si grité o hablé. Poco me importaba.

Danger  -Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora