30.

19 2 0
                                        

-Oh eres tú.- ya que mi ritmo cardiaco se había controlado pude contestar como alguien normal. Louis me dio una mueca de lado incomoda.
-Sí, ¿Esperas a alguien acaso?- la idea de mentir cruzo por mi mente pero no quería lucir interesante para él tampoco quería ponerlo celoso si es que eso funcionaba con él. Lo único que quería es que se fuera y me dejara sola sin esperar nada más de su parte.
-En realidad no, solo no esperaba verte.- No esperaba verlo como esperaba verlo esa mañana. Estúpido.
-Lamento haberme ausentado, algo apareció y…
Estaba demasiado molesta como para dejarlo continuar.
-No importa, ¿Bien? Está bien.- lo miré completamente enojada.- Estoy comenzando a acostumbrarme a tus desapariciones. Es como si le hubieses hurtado el poder a Robert.- fui la única que rió con mi chiste, de igual forma no lo hacía para que el riera conmigo.
Se sentó en el pasto exhalando como si hubiese estado haciendo algo muy cansado. Comencé a caminar para alejarme de él.
-Cameron, no te vayas.
-Lo mismo digo Louis.- por un momento me vio y supe que lo estaba hiriendo, no me importo. Él ya me había herido así también.
Seguí caminando sin hacerle caso, podía escuchar que me hablaba pero no quería que me viera sufriendo, el drama adolescente con espectadores no me va.
Seguí caminando haciendo una nota mental sobre no salir de noche a solas. Al entrar al edificio de chicas escuché que alguien me llamaba.
-Cameron.- era Stella, la chica extraña predice-futuro. Se veía un poco cansada como si aún no pudiese dormir lo suficiente. Estaba sola en la sala de descanso sentada en un gran sillón marrón viejo que estaba en medio de todo. 
-Hola Stella, ¿Todo bien?- limpie mi rostro como si estuviese sucio para quitar algunas lagrimas que habían quedado, las lagrimas me hacían sentir débil, sinceramente no quería hablar con ella, o con nadie. 
-Un poco.- cada vez que ella hablaba sentía que quería decirme algo más de lo que decía, como si no pudiera decirme lo que ella quisiera decirme.- Sigues gritando en mis sueños horriblemente y no me dejas dormir. Un escalofrío me hizo estremecer. -Ah.
No tenía una mierda de idea sobre que decir. ¿Qué se supone que era aceptable? “Hey genial, que buenos pulmones tengo, ¿No?” Todo hubiese sido estúpido.
-¿Por lo menos puedes decirme de quien debo cuidarme?- ella me vio como si fuese estúpida.
-Claro que no.- dijo como si fuese obvio.- No puedo simplemente interferir en el futuro eso hace las cosas aún peor en mi cabeza.
-¿Y qué pasa si muere alguien en tus visiones o algo parecido? ¿Los dejarías morir y ya?- me vio a los ojos con tristeza.
-Les advertiría, como te advertí a ti.
Para cuando me di cuenta de lo que estaba diciendo ya estaba lo suficiente alterada.
-¿Entonces voy a morir? ¡Mierda gracias por la ayuda!
-No es tan extremo como eso Cameron, tú decides que es lo que pasará al final del día. No puedo decirte porque eso cambia completamente el curso de las cosas pero si tú decides no morir, entonces no sucederá.
-Eso es tan reconfortante.- mi tono sarcástico era mucho más que obvio para ella.
-No seas tan inmadura, de todas formas no me creerías si te dijera de quien cuidarte.- La vi a los ojos esperando una explicación, cuando vi que no abría alguna di la conversación por terminada escapando hacia mi habitación.

Danger  -Louis TomlinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora