Capítulo 9

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    El lunes por la mañana no resulta ser normal.

    Allie se levanta más temprano de lo normal y se toma más tiempo de lo normal para alistarse.

    Se para frente al espejo de cuerpo completo de su cuarto y se hace ondas en las puntas del cabello, busca sus aretes favoritos (colgantes de plata con gemas de topacio ocre), se echa su perfume favorito y se maquilla y desmaquilla hasta que se siente satisfecha con el resultado. Un poco de iluminador en la nariz, el arco de cupido y los pómulos, abundante máscara de pestañas negra y los labios de un delicioso color cereza.

    Sale temprano de su casa y emprende camino a la escuela, sintiendo una extraña presión en el estómago a causa de los nervios.

    No ha visto a Jason desde el viernes, cuando prácticamente huyó del hotel luego de que se separaran al escuchar las voces de Alec y Prue, provenientes del pasillo.

    Su hermana la llamó por teléfono para preguntarle dónde estaba y le dijo que había tenido que marcharse porque Carson y Audrey la estaban esperando en el aparcamiento para ir a una fiesta organizada por una de sus compañeras.

    Eso no era del todo mentira. Allie realmente había asistido a una fiesta a las afueras del pueblo, pero había pedido un taxi en la recepción para poder irse antes de que alguien reparara en su repentina ausencia.

    Se detiene frente a las puertas de la escuela y suspira, antes de adentrarse por los pasillos y se encuentra con Hilary Mendler, quien habla sobre la disección online que harán de una rana en clases de biología.

    —Me alegro de que podamos hacerlo virtualmente, probablemente me desmayaría si me hicieran matar a una rana con un bisturí —dice, tiritando.

    La pelirroja asiente, buscando el libro de biología dentro de su casillero, cuando Hilary la sacude por los hombros.

    —¡Oh-por-Dios! —exclama en un susurro, mirando por detrás de su compañera con auténtica sorpresa—. El señor Edwards luce como si un elefante le hubiese pateado la cara.

    La pelirroja hace una mueca con los labios antes de voltearse y fijar su mirada en Jason, que se encuentra a unos metros hablando con la señorita Jordan.

    El rostro de Jason está bastante magullado y luce de un extraño color morado cerca de la mejilla izquierda, además del corte en el labio inferior. Un rastro de barba ayuda a cubrir un poco el daño, pero aun así resulta evidente para todos los que se voltean a verlo con poco disimulo.

    —Deben haberle dado una buena paliza —dice Emily Walcott, acercándose a ellas sin apartar la mirada de Jason.

    Allie cierra su casillero, sintiéndose tremendamente culpable.

    —Probablemente fue por una chica —susurra Brandon Samuels, uniéndose a la conversación—. Oí que tiene una nueva novia. Bonnie comenzó a seguirlo en Instagram con una cuenta falsa y dijo que es una chica que solía estudiar aquí, ¿pueden creerlo?

    —Una perra con suerte —suspira Emily, sobresaltándose cuando suena la campana que anuncia el inicio de la primera clase.

    Allie se despide de sus compañeros y emprende su camino hacia la clase de biología en compañía de Hilary con más ganas de morir que de costumbre.

    Se muerde el interior de la mejilla con nerviosismo.

    Bonnie Jackson no está hablando de las fotos y vídeos que Prue, Alec y Jason subieron en la fiesta de Halloween, donde los cuatro cantan y hablan como si fuesen buenos amigos. No. Si realmente fuesen las fotos de Prue, toda la escuela lo hubiese sabido para ese preciso instante.

Just That Girl: Porque amar nunca fue tan prohibido ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora