XXXVIII-Sopa.

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—Ya estoy bien Lan zhan, ya no siento tanto frio.— Rió mientras el joven Lan le ponía otra manta sobre los hombros para que su resfriado no se empeorará y entrara en calor más rápido después de pasar toda la noche durmiendo en el suelo.

Wei Ying tomo una cucharada de la sopa que le había llevado su novio y aunque a su parecer le faltaban especias sabía bastante bien si la comparaba con la comida de la escuela, estaba por tomar otra cucharada cuando escucho como un frasquito era dejado sobre la mesita donde se encontraba comiendo. —Awww, eres el mejor Lan zhan, ven acá.— Sonrió y extendió los brazos esperando poder abrazarlo pero lo único que logró fue hacer que las mantas que llevaba encima se cayeran hacia atrás. —Ups..—

—Hmm...—

—Jeje, lo siento, pero es que cuando haces cosas tan adorables lo único que quiero hacer es abrazarte y besar todo tu lindo rostro.— Le sonrió nuevamente mientras el menor de los jades volvía a acomodar las mantas una por una nuevamente sobre los hombros del ojigris quien tomo el frasquito y vacío todo el picante que había dentro haciendo que la sopa de tornara un poco roja por las especias recién agregadas.

—Aqui está, toma esto cada 8 horas para que la tos y fiebre se vayan de forma rápida.— Hablo Lan QiRen entrando a la habitación con un frasco de medicina en sus manos, él había llegado hace ya un rato y lo primero que hizo fue entrar a la habitación de su sobrino para ver porque no había salido a recibirlo pero en vez de encontrar a Lan Wangji en su lugar vio a Wei WuXian acostado en la cama abranzado la almohada de su querido sobrino lo que casi ocasiona que se le cayera la barba y tal vez también las cejas por la impresión.
Por suerte para Wei WuXian antes de que QiRen pudiera sacarlo a patadas de la habitación este mismo se dio cuenta que ardía en fiebre y tenía una tos que parecía un poco grave, en ese momento fue en el que comprendió que su sobrino tal vez lo había llevado a su habitación para cuidar de él de forma más completa ya que aunque no le gustara admitirlo sabía que ambos se cuidaban y sentían una gran devoción por el otro, así que no le quedaba otra opción más que intentar aceptarlo porque a pesar de todo siempre había algo de Wei WuXian que no terminaba por agradarle sin embargo su sobrino se veía bastante feliz a su lado así que decidió salir a buscar medicina para el chico enfermo y ahora que ya la tenía había regresado a la habitación.

—Uhg...n-no, estoy bien así, ya se me quitará.— Sintió como su estómago se revolvia al ver un frasco con lo que suponía era medicina tradicional, no quería beberla ya que si la comida de la cafetería sabía horrible la medicina debía saber mucho peor, tal vez el viejo QiRen quería destrozarle las papilas gustativas para ya no escucharlo quejarse del menú de la cafetería.

—Mañana debemos partir por la mañana para llevarte con tu familia pero si sigues enfermo no podremos hacerlo.— Las vacaciones en casa de los Lan habían llegado a su fin y era hora de pasarlas con la familia Jiang pero Wei Ying prefería morir de fiebre a tener beber esa medicina de dudosa procedencia.

—Bebela..— Murmuro Lan Zhan sobre el hombro de Wei Ying mientas terminaba de acomodar las mantas nuevamente sobre sus hombros.

—¿Tu también Lan zhan? ¿Es que acaso ya no me amas y quieres que beba eso que de seguro sabe horrible? ¿O es que después de acostarte con esa gallina ya no quieres saber de mí?— Wei Ying modo dramático atacando nuevamente solo para molestar a su novio.

—¿Gallina? ¿Hablan de esa gallina que está paseándose por todo el lugar? Debí imaginar que era obra tuya Wei WuXian.— Murmuro QiRen dejando la medicina sobre la pequeña mesita ya que estaba dispuesto a irse porque la situación entre ambos chicos se estaba volviendo extraña y su pobre corazón tal vez no soportaría ver sus desvergonzadas muestras de... ¿Amor? ¿Dramatismo? En fin, no se quedaría para ver lo que sea que iba a suceder. —Toma dos cucharas y ve a acostarte, más tarde hablaremos sobre esa ruidosa gallina.— Dicho eso el viejo Lan salió de la habitación y Wei Ying miro a su pareja con los brazos cruzados.

Tardes en la Biblioteca de GusuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora