Te amo

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Narra Evie:

Nick volvió a besarme en la boca, pero esta vez con mayor intensidad, sus manos recorrían mis piernas y me apretaban cada vez más hacia él. Cualquiera diría que después de tanto tiempo las cosas deberían ir más despacio, pero para nosotros era imposible, tanto deseo acumulado debía salir sin demoras.

Me empujo con suavidad para atrás, haciendo que me recostara un poco, enrollo mi falda hasta la cintura y se dedicó a desabrochar el resto de los botones de mi blusa.

Sus ojos oscurecidos por la pasión me miraban con la promesa de que nunca olvidaría lo que ahí sucedería.

―La última vez casi tuve que suplicar... ―pase mis dedos por su corto cabello.

―Esta vez no será necesario. ―de un momento a otro se deshizo de la blusa. ―Te deseo tanto que no quiero esperar. ―tiro de mi sostén hacia abajo, liberando mis pechos en un solo movimiento.

Coloco sus manos bajo mi trasero y con sus dedos jugo con el resorte de mis bragas, hasta que finalmente las quito arrojándolas por ahí.

Gemí al sentir el contacto de sus manos con mis tobillos, bajando lentamente por mis pantorrillas hacia mis muslos. En el momento en que sus besos se instalaron en mis piernas la tortura se hizo evidente a cada segundo.

A nuestro alrededor solo se podían escuchar nuestras descontroladas respiraciones y los leves gemidos que mi boca producía al sentirlo tan cerca de esa zona que tanto deseaba ser suya.

Tomándome desprevenida, sus labios se posaron en el punto exacto, haciéndome retorcer de placer.

―Nicholas... ―

Su lengua saboreaba, tomándose el tiempo necesario para reconocer cada parte como si fuera la primera vez. Enrede aún más mis dedos en su cabello, apretándolo hacia mí, apoderándome de sus hábiles y muy efectivos movimientos, y sintiendo el cielo acercarse cada vez más rápido.

―Oh mi amor... ―pude decir entre gemidos.

―No, espera. ―alejo su boca y se puso de pie, lamiendo sus labios y mirándome. ―Quiero que lo disfrutemos juntos. ―

―No, no... ¡Nick! ―lo mire con reproche al sentir como el clímax se escapaba de mi a tan pocos segundos de tenerlo.

La risa grave que soltó Nick, como respuesta a mi disgusto, me hizo vibrar de tal forma que casi podía asegurar que para él no era necesario tocarme para hacerme sentir el cielo.

Mire como se quitaba la camisa, lanzándola al piso, y admire su cuerpo musculoso, ya que, aunque siempre ha sido atractivo, definitivamente estos años le habían favorecido.

Sin esperar más tiempo, libero su erección de la prisión de sus pantalones, me tomo por los glúteos, levantando mi cuerpo con delicadeza, inclinándose sobre mí y haciéndome sentir su deseo en todo su esplendor.

―Genevieve. ―dijo cerca de mis labios. ―No vuelvas a irte. ―me beso nuevamente e introdujo su lengua en mi boca, al mismo tiempo que su entrepierna se abría paso en mi interior, sincronizando cada una de sus acciones.

Sus embestidas eran rápidas y precisas, la desesperación de ambos era tangible y el orgasmo no se hizo esperar.


Narra Nick:

Gruñí al sentir como Evie se contraía alrededor de mí y no pude aguantar más, me deje ir y explote dentro de ella al mismo tiempo que ella lo hacía gritando mi nombre.

Los siguientes segundos nos quedamos así, unidos. Pase mis manos por su espalda, acariciándola con suavidad y esperando que nuestras respiraciones vuelvan a un ritmo normal.

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