Un Respiro

230 61 37
                                    

Narra Evie:

― ¿Cómo te sientes, cariño? ― Pregunto mi padre de pie junto a mi cama.

―Estoy bien― busqué a Damon con la mirada y lo encontré mirándome desde afuera de la habitación. ― ¿Qué es lo que me está pasando? ¿Acaso me estoy convirtiendo en humana, así como tu otra hija se convierte en vampiro? ―

―No, y no me hables con ironías ―Mi padre me miro con desaprobación. ―Desconozco que es lo que te está pasando, pero encontrare una respuesta. ―

―Después de que te asegures que tu querida hija mestiza se encuentre bien. ―Me senté en la cama y lo miré. ―

―Deja el tema, Genevieve. ―

―No, padre, no pienso dejarlo... Quiero conocerla, quiero saber quién es esa rata. ―

― ¿Para qué? ¿Para tratar de hacerle daño? No hija, no lo voy a permitir, ella es tu hermana, y tendrás que aceptarla en nuestra familia, porque una vez que pase la transformación, se quedara con nosotros. ―

― ¿Te piensas que soy una maldita sádica? ¿Porque temes que me vuelva loca y asesine a alguien que tiene tu protección? ¿Acaso no eres el gran Lestat Von Kleist? ¿Qué puede temer un vampiro con reputación, de su propia hija? ―

―Me preocupa que los celos te hagan actuar de una manera que hasta tu desconozcas, Genevieve. ―

―Eres algo emocional, preciosa ―Agrego Damon, por fin tomando parte de la conversación.

― ¡JÓDANSE, LOS DOS! ―Me puse los zapatos y tomé mi bolso, disponiéndome a salir.

― ¿A dónde crees que vas? No puedes salir después de que te desmayaras. ― ¡OH! Ahora mi padre se estaba preocupando por mí.

―Necesito tomar aire, y estar con alguien que no sepa nada de mi mierda familiar. ―

― ¿Vas a salir con ese niñato? ― ¿Es eso un tono de preocupación en la voz de Damon? ―Ese chico no me agrada, si quieres una distracción podemos ir juntos a algún sitio. ―

―Voy a salir con él y no es ninguna distracción. ―me acerque a Damon y lo mire a los ojos. ―Te dije que con Nicholas siento una conexión especial y no porque no te agrade a ti, o a quien sea, voy a dejar de verlo... ―mire a mi padre. ―Y si lo piensas de este modo, él me hará olvidar el asunto de la hijita. ―mire de nuevo a Damon. ―Que no se te vaya a ocurrir seguirme. ―

Sin decir más me fui, volví al instituto con la esperanza de encontrarme con Nick, necesita verlo. No entiendo porque, pero necesitaba mirar sus ojos, lo necesitaba a él con impaciencia.

Entre y me decepcione al notar que no había nadie, olvide que las clases terminaron hace un rato y todos debieron irse a sus casas, incluyendo a Nick. Si tan solo hubiese una forma de saber dónde vive, o de encontrarlo.

Nunca se me ocurrió la idea de pedirle su número de teléfono, creo que, a pesar de vivir en una era moderna, aún tengo viejas costumbres, como escribir cartas y esperar algunos días para recibir respuesta.

Resignada a irme sin poder verlo hasta el día siguiente, escuche voces masculinas venir de algún sitio, eran jóvenes, por lo que deduje que se trataba de estudiantes, así que seguí el sonido y llegue hasta los vestidores del gimnasio.

Volviendo al tema de las viejas costumbres, jamás considere que al entrar ahí no solo me encontraría a un grupo de chicos charlando, sino a ese mismo grupo de chicos, desnudos o en toalla mientras salían o entraban a las duchas después de su arduo entrenamiento. Y fue hasta que escuché los silbidos y gritoneos que caí en cuenta que yo no debía estar ahí.

― ¡Hey, Hey! ― uno de esos chicos semidesnudos se me acerco, mirando a todos― ¡Basta muchachos! No es la forma de tratar a una señorita. ―parecía ser el líder de la manada.

Mire a todos, notando que no les importaba que yo estuviera ahí, ya que no cubrían su desnudez ni se intimidaban con mi presencia.

― ¿Eres la chica que viene de Transilvania? ―Me pregunto el muchacho.

―No exactamente de ahí, pero sí. ―él me sonrió, era bastante guapo, y como tenía vista de su casi desnudez, puedo permitirme decir que era bastante atlético.

― ¿Y qué haces en las duchas, preciosa? ―

―Busco a alguien, a Nicholas Loughty. ―

―Bastardo con suerte. ― se burló él. ― Sería tan feliz si me buscaras a mi... Nick se fue hace un rato, pero si quieres puedo llevarte a su casa. ―

― ¡SI! Eso sería estupendo, y te lo agradecería mucho. ―

―Él será quien me lo agradezca cuando te lleve a su casa. ― Me tomo con delicadeza del brazo. ― Me visto y nos vamos, espera a fuera. ―

―Está bien. ― Cuando yo estaba saliendo, noté que los demás chicos se habían quedado ahí mirándonos y fue hasta que me fui, que volvieron a sus actividades de aseo personal.

Minutos más tarde, ya estaba saliendo con el chico por el estacionamiento del instituto, nos dirigíamos a su auto.

―Por cierto, me llamo Dylan, creo que no habíamos tenido el placer de conocernos. ―me dijo al abrir su auto, tirar en el maletero su bolso del gimnasio y abrirme la puerta del copiloto.

―Creo que no. ―Le sonreí con amabilidad. ―Soy Evie. ―me subí al auto.

―Se quién eres, Nicholas no para de hablar de ti... ―Cerro mi puerta y subió al auto― Lo tienes completamente hechizado, y con justa razón, eres una chica preciosa. ―Arrancó el auto.

― ¿No deja de hablar de mi? ―Sonreí para mí, parece que no solo yo me inquieto con su persona.

―Oh no, jamás lo vi así, por ninguna chica, y mira que ha tenido a bastantes... Es el galán del equipo. ―

― ¿Ah sí? Realmente no me extraña, es un joven muy atractivo. ―

―Te gusta― Soltó una sonora carcajada y me miro de reojo mientras conducía. ―Maravilloso, si se gustan, todo será más fácil. ―

― ¿Más fácil...? ―

―No me hagas caso ―Sonrió mirando al frente, y poco después se estaciono frente a una casa, que supuse era donde vivía Nick. ―Ven. ―se bajó del auto y me ayudo a bajar, fue hasta la puerta y toco el timbre. ― Uno de nuestros amigos hará una fiesta pasado mañana, sería genial que vinieras. ―

― ¿Nick va a ir? ―

―Claro. ―

―Entonces ahí estaré... ―Después de que alguien abrió la puerta, nada en ese momento me importo más.

―Evie ―Era él, mirándome con desconcierto, ¿Por qué algo tan tierno me resulta tan exageradamente sexy?

―Hola. ― le sonreí.

―Sorpresa. ― Dijo Dylan.

 ― Dijo Dylan

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Antiguo AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora