4.

1.7K 141 98
                                    

Scarlett dormía plácidamente acurrucada bajo las sábanas de seda que tapaban su desnudez, su respiración era paulatina y reconfortable, a los ojos de Robert la mujer parecía un ángel descansando.

Después de observarla por un largo rato, el hombre se acercó a ella besando su frente peinando su cabello que cubría gran parte de su cara.

— Despierta bella durmiente.

Scarlett bufó al sentir los pequeños rayos del sol que comenzaban a colarse por la ventana, abrió los ojos un momento encontrandose con la mirada divertida de su esposo, lo recorrió con su mirada dándose cuenta que seguía en su cama, desnudo.

— Ayer me quedé dormida, lo lamento — la mujer se disculpó mientras se incorporaba sobre el respaldo de la cama— es extraño verte aquí.

Pocas veces ambos compartían cama, si lo hacían era cuando viajan con el resto de sus familias, pero en su casa cada quien tenía su habitación.

— Quedaste agotada — Robert besó el hombro de la mujer mientras sus manos viajaban vagamente por la cintura de la rubia de modo que la empotró arriba de el quedando juntos —  tu apetito sexual era muy grande —  ambos rieron —  creo que "el susodicho" no está haciendo bien su trabajo.

Scarlett le rodó los ojos mientras acomodaba su cabello hacia un lado y sentía las manos de Robert viajar por su espalda hasta llegar a sus glúteos apretando los con fuerza.

—  Es un idiota, ¿Puedes creer que ayer me dejó plantada? —  la mujer soltó una carcajada—  en fin, no hablemos de él.

Robert hizo una mueca mientras sus manos viajaban hasta los senos de la mujer, estaba dispuesto a sacrificarse y meterse más seguido en su cama, al fin de cuentas seguía siendo un ganar- ganar.

— ¿Que te depara está semana? —  la mujer preguntó mientras comenzaba a dejar pequeños besos en el cuello del hombre quien comenzaba a apretar y acariciar los senos de la mujer.

—  Hoy viajo a Vancouver, tengo una firma de un contrato importante y de paso me iré con "la susodicha" el fin de semana a una cabaña.

—  Eres un esposo malo que dejara a su pobre esposa sola en la ciudad —  Scarlett levantó su vista hacia el hombre quien hacía un puchero —  será una semana larga.

—  Tú te irás mañana a Boston, puedes encontrarte a un hombre que tenga caliente tu cama esos días, pues según hará mucho frío estos dias—  Robert le guiñó un ojo para después bajar su cabeza posicionandola entre los senos de su mujer para comenzar a besarlos con devoción.

Scarlett gimió al sentir la lengua intrusa del hombre entre sus senos por lo que comenzó a restregarse sobre su miembro logrando poco a poco ponerlo duro para ella, en un movimiento ágil Robert la recostó sobre el colchón quedando arriba de ella, con una de sus piernas logro escabullirse en medio de ella mientras sus labios danzaban en un beso fogoso.

~

—  Estoy seguro que Gordon soltará un poco más de dinero al ver que modifique el proyecto que nos envió, la infraestructura es tres veces más grande y moderna —  Chris Evans se dirigía a las oficinas de Gordon Fratz dónde había sido citado por el hombre para negociar sobre el edificio el cual quería que Chris se encargará de construir.

Caminaba entre la multitud con el móvil en su mano charlando con su hermano Scott, entro al edificio registrando su visita en dónde le otorgaron un gafette y una tarjeta con acceso ilimitado al edificio.

—  Creo que a Gordon le urge que tomemos el contrato, ya hasta me dió un acceso ilimitado al edificio —  Chris esbozó una sonrisa al escuchar a su hermano asegurarle que ya tenían en su bolsillo al magnate —  entraré al elevador debo colgar, te veo en la comida para contarte lo que sucedió.

RED LINE ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora