RED LINE ||

5.

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Chris Evans caminaba junto a Scarlett rumbo a su apartamento; el hombre miraba de reojo a la rubia con temor a que en cualquier momento se arrepintiera y se fuera a escapar, al entrar al elevador se dieron cuenta que tendrían compañía por lo que solo se limitaron a rozarse sus manos y lanzarse miradas seductoras.

Al abrir la puerta caballerosamente la dejó entrar a su guarida, paredes negras la adornaban junto con ventanales grandes que hacían lucir la ciudad de New York a su esplendor.

El hombre se acercó para tomarla de imprevisto arrinconandola contra una pared, buscaron ansiosos sus labios comenzando un beso caliente y fogoso, Chris la tomó de sus glúteos restregando el cuerpo de la mujer contra su hombría el cual ya había despertado, Scarlett no pudo evitar gemir al sentirlo contra su vientre, sentía como sus sentidos se enfocaban en sentir placer al verse acorralada por aquel hombre que parece ser la vida se encargaba de ponerlo frente a ella.

—¿Sientes lo que provocas en mi?— Chris le susurró al oido con voz ronca y seductora mientras simulaba penetrarla despacio, ante aquella acción Scarlett suspiro excitada, ese hombre estaba torturandola y ella no estaba para preámbulos por lo que busco sus labios besándolo de nuevo con fervor mientras con sus manos comenzaba a desabrochar la camisa del hombre terminando por tirarla al suelo, con sus uñas acaricio el torso del hombre sin dejar de besarlo añadiendo su lengua con la de él en un juego por quién tenía control.

Chris en un movimiento ágil  cargó a la mujer haciendo que se envolviera en sus piernas, rompió el beso para comenzar un camino de caricias por el cuello arrancándole dulces gemidos mientras ella se dejaba hacer y deshacer, sin ningún preámbulo introdujo una de sus manos por debajo del vestido buscando la intimidad de la mujer haciendo a un lado la ropa interior de ella y la penetró con  un par de dedos provocandole un gemido sonoro que terminó excitandolo más, estaba disfrutando de aquel momento.

A pasos torpes se dirigió hasta su habitación, seguía sosteniendo firmemente el cuerpo de la mujer que se dedicaba a besar y mordisquear el cuello del hombre, la depósito sobre las finas sábanas mientras ella se extendía en ella dejando ver como su pecho subía y bajaba a causa de lo caliente que se encontraba; su cabello lucía desordenado, una delgada capa de sudor brillaba sobre su cuello y su vestido lucía arrugado.

— ¡Eres exquisita Scarlett!— el hombre le susurro al oído mientras con sus manos buscaban el cierre de aquel costoso vestido, al encontrarlo lo desabrochó delicadamente sin dejar de observar la reacción de la mujer quien a su vez se deshacía del pantalón del hombre con sus manos haciéndolo quedar en boxer.

En un abrir y cerrar de ojos el pantalón y el vestido cayeron al suelo dejando a sus dueños semidesnudos, Scarlett se arrastró hacia el montón de almohadas que decoraban la cama sin dejar de mirar a Chris quien abrió sus piernas acomodándose entre ellas, sosteniéndose con ambas manos sobre el colchón se posicionó arriba de ella atacando sus labios fundiéndose en un beso necesitado, mordidas y gemidos lo acompañaron está vez, Scarlett bajo sus manos hasta el trasero del hombre para pegarlo a ella sintiendo lo caliente y duro que se encontraba su miembro el cual seguía atrapado entre sus boxers negros.

Chris bajó sus labios hasta el par de senos que aclamaban atención, por suerte no tenían nada que los cubriera y ansioso comenzó a devorar uno jugando con su lengua en el botón rosa mientras que con su otra mano torpemente bajaba la ropa interior de la mujer siendo ayudado por ella.

Scarlett arqueaba su espalda al sentir la lengua del hombre jugar con sus senos, podía sentir como su intimidad se empapaba ante cada toque, instintivamente abrió sus piernas de par en par mientras el hombre bajaba dejando pequeños besos húmedos sobre su vientre hasta quedarse quieto sobre su entrepierna.