RED LINE ||

8.

—¿Que quieres para dejarme el camino libre en esta contienda?— Robert Downey abordó a Chris a la entrada al edificio donde vivía.

Habia pasado un dia entero tratando de localizar a su rival mas peligroso; sabia que su ex mejor amigo era audaz e inteligente, por lo cual era un peligro cerca de él.

Chris lo ignoró saludando al portero, sacó las llaves de su apartamento mientras caminaba al elevador.

— Te daré lo que quieras.

"Ya tengo de ti lo suficiente" pensó Chris para si mismo.

— No quiero nada de ti Robert, deja de querer comprar a la gente y acepta perder por una vez en tu vida— Chris lo encaró girandose hacia donde estaba el hombre— juega limpio por una vez en tu vida.

— De nuevo lo preguntare, ¿a que veniste?— Robert se cruzó de brazos— no tienes lugar aqui.

— Vine a trabajar Robert— le sonrio con hipocresía— y a divertirme un poco, buenas tardes.

Sin darle derecho a replica, Chris aprovecho que el ascensor había abierto sus puertas por lo que se adentró en el dejando al moreno dudoso.

Al cerrarse las puertas, el hombre sacó su celular de su bolsillo buscando el numero de Scarlett quien no le tomaba las llamadas ni contestaba los mensajes, la muy digna al parecer se habia ofendido de que él no estuviera disponible el dia anterior.

Un timbre, dos timbres.

— ¿Diga?

— Necesito verte.

Scarlett del otro lado de la línea sonrió mientras dejaba de hacer lo que estaba haciendo en su laptop, se encontraba en su oficina trabajando en la decoracion de un salon de belleza.

— Lo siento querido, estoy ocupada trabajando.

— ¿Acaso esto es venganza por lo de ayer?— Chris preguntó mientras salia del elevador dirigiéndose a su apartamento.

¿Acaso tenia que rogarle?

— Para nada Christopher, simplemente estoy ocupada cariño, además — Scarlett se mordió el labio— tengo una cena con mi marido.

Chris abrió la puerta de su apartamento, aventó su maletín sobre el sillón y se dirigió a la cocina recargandose en la barra.

— No me importa el compromiso que tengas— su voz se torno grave y fuerte— necesito verte, tengo ganas de follarte, ¿Asi o mas claro?

Scarlett no pudo no morderse el labio al escuchar su voz por el telefono, se sentía como una chiquilla adolescente excitada, pues solo con su voz había logrado encenderla.

Miró el reloj de su escritorio calculando cuanto tiempo faltaba para la cena que tendría  con Robert y vatios socios; podría adivinar que seria una velada aburrida, por lo que recurrió a divertirse previamente.

— E 65th street— Scarlett habló esperando no arrepentirse— Edificio rojo, piso 24, despues de las seis de la tarde ya no hay nadie, avisame cuando llegues.

Sin mas que decir colgó la llamada sin nisiquiera despedirse.

" Al menos podrías darte a desear un poco mas" 

" Ese hombre no te esta haciendo nada bien".

Scarlett sacudió su cabeza liberandose de aquellos pensamientos, no le importaba parecer urgida, no podía negar que Christopher era un buen amante, aunque tuviera una personalidad reservada, pero eso cambiaba a la hora de tener sexo en donde se dedicaba a decirle lo caliente que lograba ponerlo y como le gustaba follarla, aunque solo habian sido tres ocasiones.