RED LINE ||

17.

— Si te divorcias ahora mismo de Scarlett, estas jodido Robert — Jeremy Renner era amigo y abogado de Downey, podría decirse que era su amigo más fiel — recuerda que la empresa de tu padre atraviesa una mala racha económica, estas solventandola con el dinero de tu esposa.

Robert frunció el ceño estresado.

— Recuerda que su contrato nupcial señala que mínimo deben estar casados diez años para que puedas ser acreedor del 40% del imperio Johansson, pero si se separan antes te quedas sin nada.

Robert se quedó en silencio tratando de organizar su mente ante la mirada de su amigo.

— Si tienen un hijo automáticamente te quedas con el 80% hasta que él o ella sea mayor y pueda hacerse cargo de todo — Jeremy habló muy seguro de si mismo — no me digas, Scarlett te quiere dejar.

— Quiere dejarme, pero al parecer no sera posible, tendré que darle largas o idear un plan.

Mas bien el plan ya lo tenía, darle largas para saber hasta donde llegaría el dichoso romance entre Scarlett y Chris, entre mas dolor mejor para Chris, queria saber si realmente aquel hombre estaba enamorado de su esposa.

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Scarlett se sentía feliz, despues de mucho pensó habia llegado a imaginar que jamas se volvería a enamorar pues despues de aquella decepcion amorosa hace diez años se habia jurado jamas enamorarse.

Scarlett se había enamorado de un compañero suyo en la Universidad, Sebastian Stan era becado de la Universidad, era un chico de familia de escasos recursos pero gracias a su inteligencia y dedicación logró ser becado.

Ambos se enamoraron perdidamente o al menos Scarlett que estaba hechizada por él, duraron varios años en los que la rubia le daba todo a aquel chico, pero realmente no sabia de las intenciones de él.

Su padre buscaba cualquier cosa para separarlos, hasta que le dio en el clavo al joven ofreciendole un millón de dólares a cambio de la libertad de su hija.

Para Scarlett fue un golpe duro en el corazón, juró jamas volver a enamorarse, dedicándose unicamente a sus estudios y a obedecer a sus padres los cuales cinco años después de aquel suceso la casaron con Robert.

Tenía miedo del caos que estaba por venir, pero estaba segura de su decisión, sabia que Chris era su felicidad y lo amaba tanto, habia sido amor a primera vista, desde la primera vez que estuvo con él supo que su corazón había sido robado.

— Estas tan pensativa — Robert lo sacó de sus pensamientos; se encontraba en la cocina preparando la cena, pues su personal se habia retirado temprano.

— Recordaba algunas cosas — Scarlett volvió a concentrarse en el guiso de pollo que tenia frente a ella — dime que no has cenado, porque estoy preparando algo delicioso.

Robert se acercó a la estufa oliendo la deliciosa cena, sonrió levemente aprobando aquella comida.

— Huele delicioso, ire a lavarme las manos y regreso a ayudarte a acomodar la mesa — Robert se acercó a Scarlett besando su mejilla.

Scarlett le sonrió mientras lo veía desaparecer de la cocina, en su corazón deseaba que Robert fuera feliz con la tal Virginia, sabia que ambos merecían ser realmente felices con quienes amaban.

Unos minutos después ambos se encontraban deleitando de la cena, hablaron sobre sus dias en la oficina y los planes para el fin de semana, pues tenian una boda en Atlanta a la cual debían asistir, Scarlett se mostraba algo inquieta pues necesitaba saber cuando iban a divorciarse.