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Esa noche ni siquiera probaron bocado, Scarlett habia entrado en crisis sollozando sin consuelo en los brazos de Chris quien la había llevado en su regazo hasta su habitación dónde ambos terminaron recostados sin soltarse, el hombre se sentía desesperado por no saber como ayudarla, por más que le pedía hablaran ella simplemente se quedaba callada.

Scarlett por su parte recordaba los últimos minutos al lado de Sebastián, como habian planeado su huida juntos.

—¿Estas completamente segura esto? Sabes que yo no puedo darte esa vida de lujos la cual estas acostumbrada.

Ella simplemente asentía, no le importaba perderse de aquellos lujos exóticos a los cuales estaba acostumbrada, ella sólo quería estar con el amor de su vida.

— Estoy muy segura y se que no me lo pediste, pero tengo algo de dinero ahorrado, sera suficiente para vivir comodamente por unos meses mientras ambos buscamos trabajo.

Sebastián sonrió con ternura.

— Usted señorita terminara su carrera universitaria, yo me encargare de los gastos de la casa, además donde viviremos no pagaremos renta, mi madre a accedido a prestarnosla un tiempo— Sebastián suspiró abrazando a su chica — te amo Scarlett, mañana iniciamos una nueva vida juntos.

La mujer asentía sonriendo de felicidad, no podía esperar a estar lejos de sus padres, sabía que lo mejor estaba por venir al lado de su amado, por lo que decidió aprovechar aquellos últimos minutos al lado de su amado llenandolo de besos en aquel callejón el cual era su lugar de encuentro.

Después de aquel bonito recuerdo otro atacó su mente, el recuerdo de su madre diciéndole que Sebastian se habia ido lejos después de haber aceptado una fuerte cantidad de dinero que ellos le habian ofrecido.

— ¡Entra ahora mismo al auto Scarlett!

Scarlett desesperada miraba de un lado a otro afuera del aeropuerto donde se habia quedado de ver con Sebastian el cual estaba retrasado de tiempo, sollozaba desesperada pues él hombre no le respondía el móvil.

— ¡No! Estoy harta de que controles mi vida madre, me iré lejos.

— El no vendrá Scarlett, él se ha ido después de que tu padre le ha dado un maletín con mucho dinero, el sólo te ha querido por tu dinero, no por tu persona — la mujer se encontraba de pie frente a su hija, con su porte frio e indiferente mientras Robert y Greg las miraban en silencio — hija el solo te ha utilizado, ven es hora de ir a casa.

Scarlett sollozaba inconsolable sin perder la fé pero cada vez pasaba el tiempo y Sebastián no aparecía y nunca apareció.

— Ahora lo entiendo todo, ellos se deshicieron de Sebastian para vender al mejor postor — Scarlett rompió el silencio obteniendo la atencion total de Chris quien la miró con atencion — lo mataron sin importarles nada y encima me dijeron que lo mejor que pudo haber pasado es que él se fuera.

Scarlett rompió en llanto una vez más sin dejar de abrazar a Chris quién con ternura acariciaba su espalda.

— Los odio tanto, los odio que no quiero saber nada de ellos, ni siquiera quiero regresar a esa casa — Scarlett escupió con odio — no quiero saber nada de nadie, maldigo el día en el que nací en esa familia.

— ¡No digas eso cariño! No envenenes tu alma por culpa de ellos — Chris le susurró mientras trataba de calmarla.

— Siempre viviendo de mentiras, siempre.

Aquellas palabras fueron como una daga en el corazón del hombre, pues él tambien era parte de ese grupo de personas que la habian lastimado.

— ¿Que quieres hacer? Lo que quieras hacer, voy a apoyarte mi amor.