Sirius se despertó mágicamente en su cama a la hora de despertarse, ni más pronto ni más tarde. Después del susto, pudieron tener una semana más o menos normal, con sus clases, sus deberes y su trabajo.
De tantas cosas que hacer, se olvidaron sin querer de la búsqueda de los ingredientes, e incluso de la creación del mapa.
Aquel viernes se llevó a cabo la primera clase del club de duelo. A Sirius le tocó con una chica de Hufflepuff que se llamaba Elisabeth Lowry. Resultó que no tenía ninguna clase de experiencia luchando. Según Marlene, solo se había apuntado al club de duelo porque sentía atracción por Sirius y quería verlo combatir. Y vaya que lo hizo, ya que el duelo no duró ni cinco minutos.
Snape hizo trizas a Marlene McKinnon, aunque aquello ya se veía venir: Severus Snape sabía muchos más encantamientos y maldiciones que cualquier estudiante de séptimo.
El duelo de Remus Lupin contra un chico de Slytherin fue brillante. Se fijó un poco en la técnica de Lupin, quien ganó el duelo usando más la astucia y la inteligencia que el poder. Sirius pensó que no podría ganarle nunca, puesto que Remus Lupin era mucho más observador y calculador que él, que simplemente se dejaba llevar por el instinto y ya.
El único duelo más interesante fue el de James y Lily. Sirius notó que su amigo había rebajado el nivel. No sabía si quería dejarla ganar o cual era el plan, pero no estaba dándolo todo. A pesar de eso, ganó.
Lily era muy poderosa e inteligente, pero le faltaba mucha práctica. Después del duelo, Sirius quiso hablar con ella, ya que la había escuchado tararear una canción de los Beatles, su grupo favorito, pero se mostró completamente reacia a mantener algún tipo de conversación con él, para variar.
James y ella tuvieron la cena de navidad juntos. La noche de antes estuvieron despiertos hasta muy tarde alrededor de la mesa de la sala común, planeando minuciosamente cómo podrían robar la dichosa crisálida de la polilla.
–Tendré que llevarme la capa de invisibilidad, pero y luego, ¿qué? Van a estar todos mirándonos a Lily y a mi.
–Pide ir al baño. –sugirió Peter–. Seguro que tiene un baño privado.
–Sí, todos tienen uno en sus despachos. –afirmó Sirius, recordando que la profesora McGonagall tenía uno y que había tenido que limpiarlo en uno de sus castigos. Igual generalizar había sido una acción precipitada, aunque Remus la cubrió de maravilla.
–Y si no, cuando te vayas al baño del pasillo te aseguras de que dejas la puerta abierta para cuando vuelvas. –el muchacho bostezó. Era la una y media de la mañana y estaban todos tremendamente cansados. Se apoyó en el hombro de Sirius, justo como hizo éste hacía un tiempo.
–Mira James, tú te levantas y te vas al baño que sea, dentro te pones la capa y ya está, te pones a buscar la dichosa polilla. –sugirió Peter.
–¿Y si me pillan? –James reflejaba por primera vez en su vida un poco de miedo por lo que podría pasar.
–¿Desde cuándo pensamos en si nos pillan?
–Bueno, es que ahora es distinto. Tú y yo solemos ser compañeros de crimen, ¿recuerdas? Si nos expulsan, nos expulsan juntos, y si nos mandan a Azkaban al menos nos mandan a Azkaban juntos.
–James tiene razón, Sirius. Tenemos que buscar una excusa válida por si te pillan robándole a un profesor.
–¿Cuál sería mi castigo?
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UNDER PRESSURE ● Marauders.
Fanfiction❝ La presión me está aplastando. La locura ríe bajo presión.❞ Todos los años escolares de nuestros merodeadores narrado por nuestro apuesto y célebre Sirius Black. La única que contiene todos los años escolares, escrita con ca...
