Los meses entre Navidad y pascua pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Mientrastanto los exámenes finales se acercaban a una velocidad de infarto. Cuando menos se lo esperaban ya faltaban dos meses. Todos estaban nerviosos: los de primero a cuarto y sexto por los exámenes (que no tenían muy buena fama debido a su dificultad) los de quinto por los T.I.M.Os y los de séptimo por los E.X.T.A.S.I.S.
Otra cosa que también causaban nervios eran el último partido de la temporada de Quidditch, que se disputaba entre Ravenclaw y Gryffindor (según James y toda la escuela, el buscador de esa casa era un incompetente y lo tenían que salvar sus compañeros) que se jugaban el segundo lugar y la ceremonia de final de curso con la copa de la casa.
Los cuatro amigos (mejor dicho, James y Sirius) habían hecho que Gryffindor perdiera una cantidad considerable de puntos por diversas cosas, como la vez que salieron de noche para intentar colarse en la sala común de Ravenclaw.
Peter y Remus prefirieron no acompañarles, ya que veían aquello demasiado arriesgado. Por ese motivo, Sirius y James cogieron la capa invisible.
Llegaron a la torre de Ravenclaw con facilidad y sin cruzarse con nadie. Justo llegar, se encontraron una puerta sin picaporte con un aldaba de bronce con forma de águila. No sabían la contraseña, pero algo se les ocurriría.
En el momento en que se situaron enfrente de la figura de bronce, ésta habló.
-Puedo poner lágrimas en tus ojos y resucito a los muertos me formo en un instante pero duro para siempre. ¿Qué soy?
Ambos chicos se miraron extrañados.
-Es un acertijo. Hay que resolverlo. -comentó ilusionado el muchacho con lentes.
-Grande, genio. Me lo llegas a decir un poco más tarde y no me entero. -comentó con sarcasmo Sirius.
James entornó los ojos y puso cara de concentración. Después de unos segundos la cara le cambió.
-¡Una poción de la resurrección!
-Error. -dijo la impasiva voz del águila.
-¡Eso no existe, James! ¿Cómo se te ha podido...?
Pero Sirius se quedó a mitad al notar los maullidos de un gato. La señora Norris.
-Esto... la hemos cagado.
-Sí, la habéis cagado y mucho.
Filch, el conserje, se asomaba detrás del cuerpo de Sirius (más concretamente, el aliento le rozaba el cuello)
-Qué ganas tenía de pillaros. Ya sabía yo que estabais planeando hacer algo y no precisamente bueno. La profesora McGonagall os asignará un castigo. Claro que no será físico. Dumbledore es demasiado blando con todos vosotros. Si en vez de castigar así lo hicieran a la fuerza hasta que estéis en carne viva...
Y así fue como la profesora les quitó cuarenta puntos a cada uno y les hizo limpiar los baños de todo el colegio sin usar la magia. Tardaron dos semanas; dos tediosas y largas semanas; en completar el castigo.
-Podría haber sido peor -comentaba Sirius de vez en cuando- Por lo menos no es individual.
El primer examen (práctico de Encantamientos) iba a ser en tan sólo cinco minutos. Sirius no estaba tan nervioso, ya que la asignatura se le daba realmente bien; pero Peter Pettigrew era un manojo de nervios y torpeza. Hasta hacía un par de semanas no sabía realizar un encantamiento incendio. De hecho, de no ser por sus tres amigos y la ayuda que le brindaron, seguiría sin saber hacerlo.
El profesor Flitwick empezó a llamar a los alumnos de uno en uno.
-La señorita Eileen Andrews, pase por favor.
La Ravenclaw de pelo color rubio ceniza avanzó hasta la puerta y entró en el aula apresuradamente. Tardó unos quince minutos en terminar el examen.
-Si tenemos que ir a este ritmo antes me muero que hago el examen -comentó James en el oído de Sirius cuando su prima (Andrómeda) estaba a mitad del suyo.
Sirius pasó el examen con facilidad. Tal vez el hechizo bombarda se le había ido un poco de las manos (ya que casi reventó toda el aula) pero por el resto perfecto.
James salió del examen bastante relajado, pero Gideon Prewett (un Gryffindor de su curso, mejor amigo de Frank Longbottom, con el cual habían entablado amistad y hermano gemelo de Fabian Prewett) entró al borde del ataque de ansiedad.
Pasaron un par de horas hasta que ya terminaron todos. Los cuatro amigos, después de asistir a todas las clases, salieron a los jardines y se sentaron bajo un árbol.
-¿Qué tal os ha ido el examen? -preguntó al fin Remus.
-Genial, pero casi exploto la clase del profesor Flitwick. Son cosas que pasan.
-Me lo imaginaba peor, -comentó James con un aire de superioridad- a decir verdad, aunque la primera vez que intenté hacer el hechizo levitatorio pronuncié leviosá en vez de leviósa, pero lo rectifiqué enseguida. ¿Tú, Peter?
-Bueno, creo que aprobaré. Aunque cuando ha dicho eso de hacer bailar a una piña... no he sabido que hacer. ¿Rem?
-Me ha pasado lo mismo que a ti, James. Por el resto bien.
En ese momento, el castaño de lentes (que estaba mirando a un grupo de chicas cerca del lago) soltó un sonidito de exclamación.
-No puede ser. Quejicus y Evans se han separado. Los inseparables ya no están juntos, fíjate.
El chico señaló al grupito de chicas del lago (de vez en cuando se asomaba la cabellera pelirroja de Lily) y luego a un grupito de Slytherins a la otra punta donde encontraron la desgarbada figura de Snape.
James siguió hablando solo durante un rato, hasta que se dio cuenta que a nadie le importaba lo mas mínimo que Snape tuviera amigos distintos que no fuera Evans.
En la clase de transformaciones la profesora McGonagall se dedicó a desearles suerte para el examen (que era al día siguiente) y repasar los encantamientos más complicados.
Por la noche, Remus volvió a faltar y no se supo de él hasta el día de mañana por la noche (con el rostro más pálido y delgado que nunca). Le dolió el haberse saltado el examen de transformaciones, pero la profesora McGonagall le concedió una segunda oportunidad.
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Perdón por no haber subido la semana pasada, pero creo que subiré cada dos semanas, para que me de más tiempo a escribir los capítulos❤Espero que os esté gustando mucho y muchas gracias por los 1,31k ❤❤❤
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UNDER PRESSURE ● Marauders.
Fanfic❝ La presión me está aplastando. La locura ríe bajo presión.❞ Todos los años escolares de nuestros merodeadores narrado por nuestro apuesto y célebre Sirius Black. La única que contiene todos los años escolares, escrita con ca...