Como todos sabemos, lo bueno se tiene que acabar alguna vez. Aquel fin de semana con los Potter terminó más rápido que lo que tardas en decir "Quidditch" y Sirius tuvo que volver con sus padres una vez más. Lo que no se imaginaba es que le esperaban con una gran bronca.
-Sirius Orion Black, ¿Puede saberse porqué demonios te ausentas durante dos días y nadie sabe nada excepto tu hermano? ¿Con quién diablos has ido? -gritó su paranoica madre sólo aparecer por la chimenea.
-No he ido con nadie nacido de muggles. ¿Estás feliz ya?
-¿Con quién has estado? -preguntó esta vez más dentro de sí.
-Con los Potter.
Soltó el apellido de su amigo, ya que pensaba que al tener ascendencia mágica tendrían un poco de respeto por su madre, pero no se esperó su respuesta.
-Si no eran asquerosos sangre sucia eran repugnantes traidores a la sangre. ¿Sabes porque no están en el privilegio de encontrarse entre los sagrados veintiocho? ¿¡Eh!? Por pensar que los muggles son iguales que nosotros y por tratar bien a los necios de los "magos" de venas roñosas.
-¡No es necesario que me des este sermón todos los días! Que si, que los traidores no se que, que los nacidos de muggles no se que más, que nosotros somos los mejores sólo por llevar el apellido Black, que ya ves tu para que sirve. ¡De verdad, llevo doce años aguantandoos! ¿En serio tendré que aguantar esto todos los veranos hasta cumplir los diecisiete?
-¡Muestra un poco más de respeto por tu ascendencia! -exclamó su padre con mucha furia.
-¡Pues no me apetece!
Y dicho eso se largó a su habitación, sólo saliendo de ella para darse duchas y comer. Solo tuvo que aguantar una semana más para que el tren partiera a Hogwarts.
Para desgracia de Sirius, sus padres decidieron acompañarlo. Bueno, más bien acompañar a Regulus.
Una vez más sintió vergüenza por ir por la calle con unas personas como esas. Afortunadamente vivían cerca de King's Cross y no tuvo que aguantar aquella sensación demasiado tiempo.
De vez en cuando dirigía alguna que otra mirada a Regulus, seguro de que él sí iba a ser un Slytherin.
Tuvo la suerte que en la estación ya estaban James y Remus. Peter, como siempre, llegaba tarde. Ambos amigos habían crecido un poco más. A James la nariz se le había alargado y Remus había engordado un poco.
Los tres amigos se saludaron y empezaron a hablar de sus vacaciones.
-¿Esos de allí son tus padres, Sirius? -preguntó Remus.
-Sí pero...
-¡Genial! Voy a presentarme -dijo con toda la buena intención del mundo.
-¡No! -gritó James. Toda la estación se le quedó mirando. -No vayas.
-¿Y eso viene a...?- quiso saber el delgado chico
-A que están chalados. -terció Sirius.
-No digas eso, son tus padres.
-Es enserio -dijo James, dándole un empujón a Sirius para dejarse ver- No los he conocido, pero por lo que me cuenta... Oye, ¿Peter va a tardar mucho?
-Espero que no. El tren parte en tres minutos.
Pero pasaron dos minutos y el chico no apareció. No apareció hasta que faltaron sólo treinta segundos para que el tren partiera.
-¡Esperadme! ¡Un momento solo! ¡Esperadme! -gritó el gordito de Pettigrew corriendo para entrar al andén nueve y tres cuatros. Los tres restantes entraron seguido de él y, rápidamente, entraron al tren. Éste, sólo llegar ellos, partió rumbo Hogwarts.
-Menos mal que no has llegado un segundo más tarde. ¿Que te ha pasado? -preguntó Sirius a Peter.
-Me dormí, después mi cobaya me mordió y después, al salir de casa, se me habia olvidado el equipaje. Un desastre de mañana. Seguro que me dejo algo.
-Segurísimo. Cuéntanos, ¿Qué tal tu verano?
-No podría haber estado mejor.
Los cuatro buscaron un compartimento vacío para no repetir lo mismo que pasó el año anterior, pero no tuvieron mucha suerte, ya que el único compartimento que no estaba lleno estaba ocupado por una persona: Xenophilius Lovegood. Decidieron entrar, ya que él era mil veces mejor que Snape.
Sirius se percató de que el chico llevaba una cosa puntiaguda y alargada pegada en la frente. Notó que Remus también se había dado cuenta, así que le miró e intentó comunicarse telepáticamente (obviamente, nada pasó), pero Remus no era tonto y sabía lo que significaba aquella mirada cómplice. Aunque a él también le hizo gracia la extraña indumentaria de Lovegood, hizo un andemán a Sirius para que mantuviera silencio, simplemente por respeto.
-¡Xeno, hombre! -exclamó James como si fuera su más intimo amigo, evitando la mirada cómplice de Black- ¿Qué tal? ¿Podemos sentarnos aquí?
-¡P-por supuesto!
-Ey, Xeno, ¿Qué llevas en la frente? -si las miradas pudieran matar, Remus habría asesinado a Sirius tres veces- Lo siento, era inevitable. -dijo susurrando para que solo le escuchara él.
- ¿E-en la frente? Ah, si. Es un cuerno de unicornio. Lo he hecho yo mismo -sonrió con suficiencia abriendo mucho los ojos.
-Ah. Qué bonito.
Poco antes de llegar a Hogwarts, Regulus Black (el hermano menor de Sirius) entró al compartimento. Ya llevaba la túnica.
-¡Hola! -sonrió amablenente- ¿Sirius, qué hay que hacer cuando lleguemos? Es que nadie de mi compartimento tiene idea.
-Seguid a Hagrid -intervino Peter.
-Un hombre gigante- aclaró Sirius- Sabréis quien es.
-Nosotros iremos a saludarlo -complementó James- Seguidnos, si queréis.
-Así ya de paso lo conoceis -dijo Remus .
-Ey Reg, de Hagrid ni una palabra a mamá.
-De acuerdo. ¡Muchas gracias!
Y se marchó.
-Era tu hermano, ¿no, Sirius? -preguntó Xenophilius, quien hacía tiempo que no hablaba- Sois idénticos.
-Que va, yo soy más guapo.
(...)
Lo prometido es deuda, por lo cual, los cuatro amigos (Xenophilius Lovegood ya se había marchado) seguidos de Regulus Black y un amigo suyo fueron directos a Hagrid.
-¡Hey, chicos! ¿Cómo estáis? ¡Vaya! Otro Black, por lo que veo. ¿Cuántos mas quedan?
-Soy el último -dijo Regulus tímidamente.
-Vaya, ¡pero mirad que hora es! Id ya a los carros, que si no no llegáis. Y no querréis que os echen de Hogwarts, ¿verdad?
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en verdad este capítulo ya lo tenía listo hace tiempo, pero no he podido corregirlo hasta ahora JAJAJA
Me estoy dedicando al dibujo digital so...tomen a mi bebe Andrew como Remus Lupin.
Oh y muchas gracias por el 1,7k de leídas, os amo❤❤
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UNDER PRESSURE ● Marauders.
Fanfic❝ La presión me está aplastando. La locura ríe bajo presión.❞ Todos los años escolares de nuestros merodeadores narrado por nuestro apuesto y célebre Sirius Black. La única que contiene todos los años escolares, escrita con ca...