Capitulo 8

41 4 0
                                    

Salí de la mansión a toda prisa, Reginal había colmado mi paciencia, ahora resulta que me exige aceptar a Jenna Wolvar como mi mate, Sitka cruzaste la línea, ahora sí te mato.

Maneje rápido fuera de la mansión, sin pensar en nada, había puesto la radio a todo volumen para ocupar mis pensamientos, sin pensar, cantando, durante parte del camino rumbo a mi manada, fue que mi teléfono comenzó a sonar.

- Maldita sea - estacione el carro y conteste - ¿Si? - quise saber quién era.
- Roland - era mi hermano Stan -tenemos un problema.
- ¿Que ocurre? - pregunté con calma, mi hermano suele exagerar la mayoría de las veces.
- El alfa está aquí - me informó y yo abrí los ojos de par a par.
- ¿Que el alfa... que? - la ironía invadió mi voz.
- Que el alfa, Víctor Wolvar está aquí - repitió - quiere hablar contigo.
- Bien - suspire, este si era un problema de mayor grado - voy para allá.

Donde Jenna haya abierto la boca, la mato, apreté el volante con mis manos mientras manejaba a toda velocidad, sin importarme en este momento los señalamientos, solo quería llegar a mi manada.

Llegue en veinte minutos a mi manada desde donde estaba, no me moleste en estacionar el carro, solo me baje en cuanto frene y le entregue las llaves a mi hermano, que me esperaba en la puerta.

Al entrar en mi casa vi que el alfa se encontraba en la sala, apreté la mandíbula tragándome mis palabras, debía ser precavido, un paso en falso y sería mi perdición.

- Alfa - dije a modo de saludo - lamento haberlo echo esperar - le ofrecí una disculpa - ¿que se le ofrece? - pregunté de modo educado aunque por dentro me hervía la sangre.
- Quiero hablar contigo - declaró sin rodeos - en privado - lo fulmine con desconfianza, pero no me quedaba de otra.
- Sígame - dije subiendo las escaleras hacia mi despacho.

El alfa me siguió sin demora, una vez dentro de mi despacho él tomo asiento, sorprendentemente no el principal, mientras yo cerraba la puerta, rodee mi escritorio sentándome frente a él.

- Dígame lo que puedo hacer por usted alfa - comente esperando a que comenzara, lo quiero fuera de mi manada lo antes posible, pero trato de ocultar mi tensión.
- ¿Que intenciones traes con mi hija? - exigió saber y yo le mire extrañado.
- ¿Intenciones? - alce una ceja - solo tengo un problema con ella y es por causa de mi loba, la que usted se ha negado a devolverme - el alfa me fulminó con la mirada.
- Jenna es mi hija, la conozco perfectamente y por la forma en que actuó contigo fuera de mi casa se qué hay algo más - por todos los lobos, que descuidado fui, por la luna que ahora quiero arrancarme el pelaje.
- Solo fueron un intercambio de palabras alfa, además de llevarse a mi loba, ella también se llevo mi carro - le informe.
- Me di cuenta - comentó - pero quiero la verdad - demandó con voz autoritaria de alfa - se que Jenna me oculta algo y tengo la ligera sospecha que tiene que ver contigo, así que dímelo ahora - finalizó esperando su repuesta.
- Yo... - me mordí la lengua, no quería decirlo, involuntariamente mi cuerpo comenzó a temblar.
- Vas a terminar diciéndomelo, así que te sugiero lo hagas ahora - exigió.
- Yo... - apreté los dientes, pero no pude resistirlo más, él era un alfa de alfas y yo en este momento no contaba con mi lobo - soy su mate - susurre y entonces comencé a respirar aceleradamente, sintiendo gotas de sudor caer por mi rostro dado el esfuerzo.

Silencio, fue lo único que se escuchó, aparte de mi respiración por la falta de  aire, pasaron los segundos y no había respuesta por parte del alfa, me arriesgué a levantar la mirada, el alfa me miraba con odio y desdén, sus ojos eran completamente rojos, decir que estaba furioso era poco, parecía que quería matarme y acuchillare con la mirada.

- Esto es una broma - dijo entre dientes - tu, un Kinwol mate de mi hija.
- A mi me agrada la idea tanto como a usted - me apresuré a decir - estoy dispuesto a rechazar a su hija pero tiene que asegurarme que mi manada no se verá afectada - como si fuera posible el color rojo de sus ojos se intensificó.
- ¡De ninguna forma! - bramó golpeando la mesa, acto el cual me hizo retroceder pegándome a mi asiento - ¡lo que dije ayer era en serio! Y - me fulminó con la mirada - aunque deteste está unión no arriesgaré un linaje de perfectos alfas - declaró - si rechazas a mi hija lo pagaras muy caro - amenazo - y al final te aseguro que terminaras quedándote con ella.
- No puede hacerme esto - me incorporé retándolo - soy el alfa de la manada de midnight, nunca seré el alfa de la manada americana - le amenace.
- Eso ya lo veremos - hablo entre dientes - yo, Victor Wolvar, te destituyó a ti, Roland Kinwol, de tu cargo de alfa en la manada midnight - hablo claro y firme, como el alfa que era - tu trabajo aquí termino - dijo antes de salir.

⚜️ Alfa de la Oscuridad 🌒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora