La manada americana es la manada alfa, la que tiene el control de todo, pero hace cinco generaciones el alfa cometió un error, declaró la guerra a las criaturas de la oscuridad, creando así una rivalidad entre las mismas.
El Dios de la oscuridad es...
Hola chicos pues solo quiero desearles un feliz y próspero Año Nuevo, espero que hayan disfrutado de este maratón que les he traído y bueno, para no dejarlos con las ganas mañana subiré un último capituló y de ahí semanalmente. Pásenla bien en lo que cabe con todas las medidas preventivas que sean necesarias y beban mucho aprovechando sus propósitos de este nuevo año que está por venir esperando que sea mejor que el qué pasó.
Esperaba en la frontera, recargado en uno de los árboles, me importaba poco la opinión del alfa, confiaba en Emma lo suficiente como para encargarle esto, se lo podría haber encargando a Rynold, pero no volvería hasta que el cumpleaños de Jenna hubiese pasado, así que Emma era la segunda persona en la que podía confiar.
Llevo el anillo a Rochester para que los enanos trabajasen con él, en base a mi diseño dibujado, se que no les agradaría la idea al saber que era para Jenna, pero estarían dispuestos a ayudar al tratarse de mi, además eran los mejores haciendo diseño con piedras al ser hijos de la tierra, seguro que quedaría perfecto.
Emma llego un rato después, había evitado a Jenna estos últimos días por lo ocurrido y no se diga que hoy no la había visto, o felicitado, seguro que ha de estar molesta, hace un año al menos la había felicitado, fui el primero en hacerlo ya que dormíamos juntos, con el detalle de que me tenía que ir en la madrugada a mi manada, para evitar cualquier roce con los alfas según Víctor.
- Te ves nervioso - se burló Emma entregándome una bolsa. - Te equivocas - asegure saludándola y también viendo que no nos viera nadie - ¿que te dijeron? - alzó los hombros. - ¿Que podrían decirme Roland, yo entregue tú carta y "R" se encargó de lo demás - así le decíamos a Reg para que no hubiera malos entendidos aquí y se arriesgara la reputación de la manada oceánica. - Ya veo - susurre viendo el paquete en el interior de la bolsa - pero quedo perfecto. - Lo demás te toca a ti - aseguró - ¿quieres ayuda?. - No - suspire - el alfa ha prohibido que estemos juntos, por hoy no tentare a mi suerte - medio sonreí - después de todo es a él a quien quiero tomar por sorpresa. - ¿Irás a la fiesta? - preguntó. - Trataré de hacerlo - le asegure. - Bien, entonces te veré ahí - dijo volviendo a su carro y adentrándose en la manada.
Saque el anillo viendo que les había quedado mejor de lo que pensé, ahora solo faltaba el estuche y el camuflaje, se que sería difícil que lo viera, pero no imposible.
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Tenía el estuche perfecto de terciopelo, el cual ya había adquirido, comprando un collar, solo para despistar al alfa y a sus espías, coloque el anillo al lado del collar y después lo volví a meter en la bolsa, ahora solo hacía falta un ramo de flores y todo quedaría perfecto.
Ese día las horas pasaron rápido a mi parecer, la fiesta comenzaba a la cinco de la tarde, llegue a una florería pidiendo un ramo de rosas rojas, el cual tuviera una decoración en papel que reflejara un feliz cumpleaños, le pedí que me lo llevará a las siete de la noche cuando todos estuviesen presentes, frente a la casa del alfa y que me espérase ahí, sin demora.
