Capitulo 37

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    ⁃    Por favor alfa ya no puedo con esto - comentaba la chica mientras lloraba - me dijeron que usted podría solucionar mi problema.
    ⁃    Señorita Flaversham - suspire - por mucho que me gustaría ayudarle, no puedo pasar por encima del alfa Dessert - le aclare por segunda ocasión.
    ⁃    Usted es el alfa de alfas - chilló.
    ⁃    Si pero...
    ⁃    Entonces no me diga que no puede hacer nada - suspire.
    ⁃    Bien - tome aire - espere aquí.

Me incorporé saliendo de mi despacho, aveces los asuntos que implican humanos son más difíciles que los lobos, porque no entienden nuestra jerarquía.

Al ser el alfa de alfas, la jerarquía es la siguiente, yo estoy por encima de los alfas de las otras cuatro manadas, pero los alfas de las otras manadas están por encima de las manadas secundarias, esta joven pertenecía a una de las manadas de Italia, aunque ella era inglesa, pero su mate era el alfa de Pisa, por lo tanto le correspondía a Michael el asunto, no a mi, si yo solo con Jenna nos encargáramos de todas las manadas existentes jamás tendríamos un descanso.

Tome el teléfono marcándole al alfa, este tardó poco en contestar, pero cuando le explique la situación dijo que tomaría el siguiente vuelo a Nueva York, de ahí llegaría rápido a Siracusa.

Ashley llegó corriendo hasta mi posición, alzando los brazos pidiendo que la cargara en cuanto me vio.

    ⁃    ¿Que haces por aquí Ash? - pregunté cargándola.
    ⁃    Hola tío - dijo dándome un beso en la mejilla - maJ y papá fueron a la universidad.
    ⁃    ¿Y te dejaron sola? - pregunté incrédulo, sabia que Jenna jamás haría eso, menos con un cachorro de tres años.
    ⁃    Nop - se rió - me dejo contigo - se recargó en mi pecho y yo me reí.
    ⁃    Bien de acuerdo, - negué viendo el truco de Jenna - ¿porque no me ayudas con una visita? - le pregunte y ella asintió.

En este último tiempo Jenna había utilizado todo tipo de artimañas, entre ellas hacerme pasar tiempo con Ashley, pero al estar con ella la veía como lo que era, mi sobrina, de igual modo que a Alex o a Zaira, los cuales venían seguido para jugar con Ashley.

Jenna no siguió con sus seducciones, pero implementó otros métodos, tanto que Ashley una vez me pidió que tuviéramos un cachorro para que pudiera jugar todo el tiempo y no tener que esperar a que sus primos vinieran, Jenna me juro que no había hablado con Ashley de eso, pero también me confirmó que si lo había hecho con Alice.

Incluso Jenna tenía un límite, era la época navideña de 1998, una época bastante difícil, sobre todo cuando se trataba de problemas, muchos lobos querían se les resolviera sus problemas de días festivos, tanto que aveces terminaban sacando de quicio a Jenna, por suerte ella no estaba para ver este caso.

    ⁃    Señora Flaversham - dije entrando con Ashley en brazos - tendré su caso resuelto en unas horas - le comenté sentándome frente a ella.
    ⁃    No, tiene que ser ahora - se quejó - Fernando podría llegar en cualquier momento.
    ⁃    Señora si lo hiciera - lo cual dudaba - tendría que pedir mi permiso para ingresar en la manada, aquí ningún lobo entra sin un permiso, solo los humanos pueden hacerlo.
"Excepto los cazadores" aclaró Sitka "ellos necesitan un permiso especial" mire a la ventana viendo que ya era de noche.
"Si pero no necesito explicarle eso" Sitka se rió.
"Solo aclaraba" se encogió de hombros "¿otra vez te dejaron a Ashley?" suspiro "como si eso fuera a cambiar las cosas".

Le pedí a Ethan que se encargará de la humana, aunque últimamente estaba disperso, su mate Caroline tenía dos meses de embarazo, casi tres, algo que a mi no me convenía en lo absoluto, porque sabía a qué se debía, Jenna invocó el celo de su mate, esa si era otra de sus últimas técnicas, lo cual terminó dejando en shock a Sitka, Jenna era capaz de mucho para obtener lo que quiere.

⚜️ Alfa de la Oscuridad 🌒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora