Capitulo 60: Nombramiento

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Luego de que terminaramos con nuestros entrenamientos me dispuse a sanar a Rock Lee usando en él la técnica de la palma mística, la séptima puerta causaba algo de daño en Rock Lee pero este no era tan exagerado como abrir la cuarta o la octava puerta o como usar loto inverso, era un daño significativo pero leve por lo que pude sanarlo de inmediato.

Aun así, si Lee recibía un golpe mientras usa esta puerta el daño aumentaría significativamente, por lo que para poder utilizarla el rival no debía tener posibilidad de poder atacarlo, es decir, la séptima puerta es una técnica demasiado situacional y solo con una gran estrategia se puede llevar a cabo de forma segura.

- Con eso hemos terminado Lee - le expresé.

- ¿Pero crees que con eso ya esté lista? - me cuestionó Lee.

- Lee ve a casa, descansa y recupérate. Ya estás listo, ahora tienes que estar recuperado para luchar contra lo que venga así que vete y descansa.

- Está bien Neji, nos vemos - me contestó Lee luego de reflexionar un momento.

Se sentía bien ayudar a los demás a que se hagan mas fuertes, sin embargo no es algo de lo que uno deba sentir orgullo, sino simplemente se debe hacer porque es lo correcto.

No pude contactar a Kabuto mientras estaba débil para acabar con él, preferí salvar a Asuma y a los demás aldeanos, tampoco pude idear ningún plan para atacar a Obito contraatacando su Kamui. Ahora ya era tarde, ellos dos ya debían estar aliados, la guerra se avecinaba y lo único que podía hacer mientras tanto es ayudar a mis amigos para que sean mas fuertes a la hora de luchar en la guerra.

Continúe combatiendo a los ninjas mercenarios en las misiones que se me encomendaban, me sentía comprometido con los aldeanos, con apoyarlos, con hacer que mueran los menos posibles y con evitar que sufran lo que Naruto, Sasuke, Gaara o yo sufrimos. Preferiría dejar escapar a cualquier villano antes que tener que cargar con la muerte de los aldeanos, aunque había una realidad inminente y es lo que Jiraiya me expresó. La gente seguiría muriendo y tendría que seguir cargando con ello. Sin embargo era mi decisión cavar en ese agujero sin límite.

Me dirigí al cuartel general de Konoha llevando conmigo a un ninja renegado para entregárselo a Ibiki, el cual no podía comprender mi forma de actuar ante las misiones.

- Encarguese de él, sensor Ibiki - le pedí entregándole al ninja renegado.

- ¿Por qué haces esto Neji? La misión que te es encomendada es acabar con la vida de esos ninjas, el negarte a asesinarlos es una carga mental mas grande para ti ¿por que no acabas con sus vidas en lugar de traerlos para encarcelarlos?

- Porque si lo hiciera renunciaría a mi mismo - le contesté - no puedo dejarme consumir por este mundo de sangre y muertes, no es lo que Hizashi y Jiraiya hubiesen deseado. Además, me niego a actuar igual a aquellos que me arrebataron a las mujeres que me educaron. Esa es mi decisión así que lidiare con ella hasta el final.

- Te comprendo - me contestó Ibiki - Descuida Neji, tú no te preocupes aquí los ninjas que traigas serán encarcelados y torturados de forma debida, te lo aseguro como el mejor maestro de la tortura.

- Gracias señor Ibiki - le contesté - pero con el debido respeto el mejor maestro de la tortura es Jiraiya-sama.

Salí del cuartel de Konoha para dirigirme al complejo de la mansión de los Hyuga en donde me dispuse a entrenar a los miembros de la rama secundaria y aquellos de la rama principal que no sabían ejecutar la rotación y las 64 palmadas con el fin de prepararlos para la guerra. Mientras entrenaba a los miembros del clan alguien se acercó para platicar conmigo, este era mi tío Hiashi.

Reencarnado como NejiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora