Eru
La vida en este páramo siempre había sido un oasis para reparar mis ansiedades estúpidas e infantiles de edades y etapas que prefiero no recordar, pero ahora, ahora sí que nada de esto tenía sentido.
La tranquilidad y el silencio no me traen la paz que necesito, el descanso no repara mi cuerpo herido, la atención solo me hace sentir más desolado, no sé si me estaré volviendo loco pero ya todo lo que comprendo está muy difuminado.
Las ninfas pueden ser agradables, su belleza inconmensurable ilumina cada rincón de su cuerpo, cada curva, cada detalle es simplemente perfecto, todo el tiempo están pendientes de tu existencia pero no por un sentimiento genuino, claramente, sino más bien por sus propios intereses egoístas al igual que los míos. Solo somos... unos socios que buscan saciar sus banalidades pues bien sabemos qué no hay sentimientos que nos comprometan de alguna manera sin embargo me siento desdichado.
La cuestión es cansadora, detesto toda la vulnerabilidad que ese hechizo maldito y sin sentido me dio, nunca en mi vida había logrado sentirme tan desgraciado, vacío, solitario aunque compañía es lo que me sobra en estos momentos.
- Quieres algo de comer?- pregunto ella levantándose de mi lado, su cabello purpura caía hasta debajo de su pomposo trasero desnudo.
- No –
- Bien- dijo simplemente mientras pasaba su delgada figura por el vestido de saten color salmón.
Se retiró de la habitación mientras yo me sentaba en el borde de la cama, extensa y de suaves telas, en colores claros que desentonaban totalmente con el oscuro y verde en las paredes de este antiguo pero magnifico castillo.
<< Que mierda me pasa?>> me repetía una y otra vez mientras la imagen de Arica me invadía la mente. Para aumentar más mi desasosiego, el hecho de que se haya comunicado conmigo, que aún piense en mí solo complicaba más las cosas.
<< Siempre complica más las cosas>> << ¿Por qué no me odia? ¿Por qué no me aborrece?>>
Eso sería ideal, pues no habría razón alguna para volver a verla, pero si ella aún espera mi presencia me está dejando una pequeña ventana abierta, una pequeña posibilidad, una diminuta tentación contra la cual debo luchar para no volver a caer en ella.
Una oscuridad arrasó conmigo y toda la habitación, como un viento recio el cual de repente dejo helado todo mi ser pero dudaba que sea por causa de mí querida hermana, un aura indescifrable estaba a mí alrededor, todos mis sentidos se comenzaron a disparar en busca de una respuesta, comencé a inspeccionar la habitación con la mirada ya en guardia.
Una luz clara y tenue me ilumino desde el ventanal, y una figura femenina se dibujó en medio de ésta, aun no podía visualizar quien era y tampoco lograba imaginar a que se debía todo sin embargo ya no me sentía atacado, o con la necesidad de estar con la guardia alta, y aún con una pizca de duda presente di unos pasos hacia el lugar.
- Eru- su voz retumbo por todo el lugar, y en ese mismo instante mi corazón se detuvo, su aparición de esta manera solo podía significar malas noticias
- Que paso?- dije sin rodeos acercándome para distinguir su piel morena
- Todo se complica, a un paso acelerado- su aspecto era realmente terrible
- Que te ha pasado?- dije viendo sus muñecas sangrantes y su rostro golpeado que un conservaba esa mirada dulce que tanto la caracterizaba.
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Renacer En Invierno [ Herederos I ]
Fantasy"Alfheim reino de luz y oscuridad, te has zumbido en un sueño de paz milenario La maldad comenzará a colarse en tu reinado, cual parásito que corroe la madera de tu firme árbol de vida Un juego de intereses individuales y egoístas mostrará la verda...