El pasado regresó

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El sol claro y dorado de la mañana en su máximo esplendor llegó de golpe a los parpados relajados de Aren que descansaba plácidamente en su cama, rodeado por los brazos de Lynae

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El sol claro y dorado de la mañana en su máximo esplendor llegó de golpe a los parpados relajados de Aren que descansaba plácidamente en su cama, rodeado por los brazos de Lynae.

Con dificultad e incluso una pizca de enojo matutino entrecerró los ojos y los fregó con sus manos para intentar enfocar la vista hacia el desagradable ser que había interrumpido el descanso que a su parecer había sido demasiado fugaz, para encontrarse con el pelinegro de siempre parado frente a ellos sin el más mínimo pudor de encontrarse con los cuerpos desnudos de sus compañeros de andanzas.

Harmont no pudo evitar levantar sus cejas con sorpresa al encontrarse con la espalda desnuda de la elfa que había acudido a él la noche anterior cargada de dudas e inseguridades prometiendo escaparse en ese mismo instante para desaparecer en el olvido y no ser vista nunca más o al menos eso había dicho exactamente, sin embargo, solo esbozo una media sonrisa para acotar.

- Sí que no pierden el tiempo los jóvenes-

En ese momento fue cuando Aren cayó en la cuenta de los sucesos del día anterior, todo comenzó a pesarle nuevamente como si el descanso no hubiera significado absolutamente nada pero ahora había algo más para agregar a ese postre y era la dependencia emocional a la que se lanzó por Lynae, cómo quién no conoce el terreno y decide explorarlo en las alturas mientras la tormenta sobre el cielo inminente se acerca a toda velocidad.

Instintivamente cubrió el cuerpo pequeño y desnudo con las sabanas para luego sentarse en la cama, esperando que así Harmont se marche.

- Que molestia puedes llegar a ser a veces- soltó sin pensarlo demasiado a lo que Harmont le dedico otra sonrisa de satisfacción.

-No sabes cuánto me gusta escucharlo-

Aren rodeo los ojos y dirigió su mirada a su ropa en el suelo sacudió su pelo y froto sus ojos nuevamente pero el cansancio que los agobiaba no estaba dispuesto a marcharse tan fácilmente, iba a necesitar agua, de la más helada que encuentre para lograr despabilarse un poco.

- Jarle tenía un asunto que atender, nos vamos antes de que finalice, tenemos media hora- dijo recuperando su seriedad y dispuesto a marcharse sin dar más explicaciones.

- Espera ¿Qué?-

-Eru y Celegrom concuerdan conmigo, hay algo raro en este palacio-

- Pero Arica-

-En primer lugar no tenemos la certeza de su regreso y si lo hace - se detuvo un segundo a examinar hacia el exterior como si estuviera en busca de algo extraño- si regresa no será a éste lugar, son libres de quedarse si lo desean, estaremos en los establos en veinte minutos-

- ¿De quién son los caballos?- preguntó dejando aflorar su sentido de la honestidad.

- ¿Crees que pague a un mensajero impostor para entretener a Jarle y luego le pediré prestado sus mejores caballos?-

Renacer En Invierno [ Herederos I ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora