Ellos siempre cometían, por lo que fuera, cualquier cosa que involucrara a uno de un lado y al otro en el extremo contrario, los incitaba a luchar de manera silenciosa por la victoria. Era la forma en que llevaban su amistad, había funcionado por años y seguía siendo así, todos sabían que si Robert y Tom estaban en un mismo lugar, en algún momento competirían por algo, hasta por quien llegaba mas temprano o quien se iba ultimo. Todos a su alrededor disfrutaban de eso, les gustaba escucharlos tirarse comentarios y bromearse, o ver como Robert terminaba enojado cuando quien ganaba era Tom, o como este se alejaba cuando el perdedor era el, sus competencias divertían a sus amigos, familiares y a quienes los conocieran aunque sea por una noche. Se habían ganado una reputación y ellos en silencio la disfrutaban.
Entonces una noche de viernes, estando en una junta con amigos, alguien sugirió que deberían apostar por el equipo que seria ganador en el partido del domingo. Otra cosa en la que contrastaban, mientras uno se proclamaba de Coventy Jets, el otro era un gran seguidor de London Olympians, el enfrentamiento entera ambos equipo solo significaba una forma mas de pelear y dejar un ganador. Sin embargo,ese terreno nunca lo habían pisado, el centro de sus apuestas giraban al rededor de otros temas, el fútbol era algo que no querían tocar porque ya seria algo mas personal para el mayor, el fin de esas disputas era divertirse no terminar peleados.
Pero estaban un poco borrachos y Tom dijo: "Una sola vez." Y sinceramente Robert no pudo decirle que no.
"El premio lo elijo yo." Murmuró, ya que era el único premio consuelo que le quedaba, dado que no podía arrepentirse. Así que con un apretón de manos sellaron todo, y con sus amigos deseosos de ver como terminaban al final.
El domingo llego rápido, decidieron que el punto de encuentro seria la casa del mayor, se reunieron los mismos de siempre, ansiosos por ver las reacciones de ambos durante el partido, y luego de este. El ambiente se lleno de alcohol, charlas y tensión que se acumulo cuando ambos equipos entraron en la cancha y el juego comenzó. Tom estaba sentado en una punta y Robert en la otra, de vez en cuando se lanzaban miradas divertidas, todo el asunto en general no era tan malo como habían creído en un principio, pero recién estaban empezando a jugar, aun no podían estar seguros de nada.
London Olympians metieron un gol, Robert lo festejo como siempre lo hacia, gritando y abrazando a quien se cruzaba. Coventy Jets lo empato, Tom solo se rió y se burlo del mayor. London Olympians metió otros dos goles mas, Robert estaba contento y ya no se arrepentía de haber apostado, al menor no le importo tanto, ya había tomado mucha cerveza como para preocuparse por un partido. No iba a admitirlo nunca, pero le alegraba en parte que ganara el equipo contrario, el sabia bien lo mucho que le gustaba a Robert el tema del fútbol, mezclado con apostar, solo dejaba una combinación explosiva. A Tom no le interesaba nada, solo que su amigo estuviera feliz, y lo estaba , así que el disfruto de verlo reír y festejar, era la razón por la cual le duraba tan poco el enojo cuando perdía, Robert contento era mejor que cualquier otro premio. Para el momento en que el tiempo se acabo y el marcador mostró el 3 a 1, Tom ya estaba bastante borracho y Robert rebosando de alegría, así que el ambiente siguió siendo cómodo, algunos se decepcionaron al ver como al menor no le había importado perder y que el ganador solo quiso como premio una semana de almuerzos pagados por el otro.
"Prefiero verlos pelear que tomarse mas tragos, esto termino siendo cualquier cosa." Bromeo uno de sus amigos mientras limpiaban el desorden que habían echo en el living.
"Yo les dije que no iba a ser la gran cosa." Murmuro otro de ellos.
Robert solo se rió junto con ellos, sin dejar de observar a Tom, quien se había quedado dormido en el sofá, al parecer ese día no se había metido en la competencia y eso le disgustaba, lo bueno del tema de las apuestas eran las bromas entre ellos, verlo tan ignorante a todo, lo jodía.
