De vuelta a casa[Starker]

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PETER

Los últimos días fueron un sube y baja de emociones. Todos en la torre habían pasado de la tristeza a la confusión y finalmente al alivio cuando Natasha apareció en la puerta de la casa, después de haber creído que habían perdido a la mujer para siempre.

Apenas tuvieron tiempo para respirar, para asimilar, porque las cosas sucedieron una tras otra, tan rápido que parecía que las horas se alargaron infinitamente, y todo a su alrededor se transformo en un torbellino que arrasó con todo a su paso antes de que llegara la calma.

Esa misma tarde Peter había sufrido un último golpe por parte de Ben quien había rebasado todos los límites, y si bien Peter ya no sentía esas ganas inmensas de salir y reventar a las golpes a esa persona que decía ser su tío, aún existía esa pequeña parte de él que deseaba que hubiese sido distinto, y que necesitaba saber que lo aceptaba sin importar nada más que su felicidad.

Por ahora la torre estaba silenciosa, algunos ya dormían, mientras otros contemplaban la noche. Peter se encontraba sentado en su cama mirando a Tony que acababa de cerrar la puerta y ahora se estaba quitando el saco que le quedaba muy, muy bien.

Sabía perfectamente que su mirada era la de un tonto embelesado, pero no podía evitarlo. Después de meses en los que sintió su ausencia, de despertar solo y pensar que lo había perdido para siempre, de buscarlo en los lugares equivocados y conformarse con la compañía de otros, ya no quería perder el tiempo. Sólo quería estar con Tony. Con nadie más.

Y si era honesto consigo mismo tenía miedo de que todo fuese una fantasía. Miedo de que Tony realmente no estuviese ahí con él. Necesitaba que la distancia que había sentido en esos meses se disolviese y todo lo malo ni siquiera fuera un recuerdo.

Se mordió una uña sin despegar los ojos de su novio. Novio. Como había extrañado esa pequeña palabra y saber que significaba algo.

TONY

Peter estaba muy pensativo, su rostro mostraba una seriedad que no lo caracterizaba. Fue suficiente para preocupar a Tony, quien cruzó los brazos parándose frente a él esperando que le dijera algo, pero no salió una sola palabra de su boca.

—¿Qué pasa?—le preguntó tratando de apaciguar sus miedos. El silencio siempre había sido su enemigo y no podía dejar que los ahogara una vez más.

Peter pestañeo varias veces, sus ojos marrones se enfocaron en él tornándose más suaves, aquella expresión sobria se borro como si nunca existió. Un ligero puchero se formó en sus labios, estiró sus brazos en su dirección, abriendo y cerrando sus manitos como un niño.—Ven. Ven amor.—

Anthony se rió, sintiéndose derretir ante ese simple pedido. Todo estaba bien, ellos estaban bien. Se acercó a su novio y tomó sus manos en las suyas—¿Estás bien?—

—Te extrañe, ¿sabes?—dijo Peter con un suspiro exagerado, casi quejándose. La ternura que le producía lo dejaba atontado.

—Pero si sólo fui por agua a la cocina. Un minuto sin verme y ya me extrañas—dijo Tony en tono burlón, aunque realmente no le daba la cara para hacerlo cuando salió antes del trabajo porque no aguantaba las ganas de ver a Peter. Nunca imagino que se podía llegar a extrañar tanto a alguien, tanto que necesitabas tenerlo cerca para no sentirte morir.

Peter rodó los ojos, su puchero se volvió aún más profundo—Eres un idiota—lo empujo un poco, pero volvió a jalarlo hacia él por la camisa, hasta que Tony quedó entre sus piernas y sus manos cayeron sobre su cintura. Anthony lo miro directo a esos ojos marrones que había imaginado tantas veces durante su separación, eran hermosos. Tomo su cara entre sus manos y con la yema de sus pulgares acarició su mejillas suavemente antes de inclinarse para dejar un suave beso en sus labios.

𝔸𝕟𝕥𝕠𝕝𝕠𝕘𝕚𝕒 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕜𝕖𝕣 «𝕀𝕝𝕝𝕦𝕤𝕚𝕠𝕟 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora