𝔸𝕟𝕥𝕠𝕝𝕠𝕘𝕚𝕒 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕜𝕖𝕣 «𝕀𝕝𝕝𝕦𝕤𝕚𝕠𝕟 »

Razón de vivir [Starker]

Tony se encuentra a sí mismo en aquel desolado planeta, sosteniendo entre sus brazos lo único que le quedaba, su razón de ser, ese muchacho, el cual ahora estaba perdiendo en el aire, desvaneciendose.

Permanecía estático, viendo la escena que mil veces se reprodujo en su cabeza en los últimos cinco años, solo que ahora en tercera persona, como un simple espectador más de aquella desgarradora escena. Se veía a sí mismo, gritando, llorando, suplicando, para que peter no muriera. Imploraba que el genocida revirtiera lo que hizo, les gritaba a sus compañeros que hicieran algo, por Peter. En ese momento se rendía, agachaba la cabeza antes cualquier dios, o incluso el mismo diablo, con tal de salvar a Peter, no le importaba morir, si tenía la seguridad de que Peter estaría a salvo.

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Pero ese recuerdo se desvanece ante la batalla colosal que toma lugar a su alrededor, Stark sabía muy bien qué debía hacer.

Peter corría de un lado a otro, esquivando los escombros, buscando entre el centenar de gente a su alrededor, al señor stark, debía ayudarlo, luchar junto a él, esta vez no se dejaría derrotar. Vio a lo lejos a quien buscaba, su mentor iba aproximándose al epicentro del desastre, a Thanos, acabando uno a uno con cada secuaz que se interponía en su camino. Le grito, suplico, para que se detuviera, sabía muy bien que ir solo a luchar contra thanos era prácticamente un suicidio, más solo atino a amortiguar el golpe de su cara contra el suelo, cuando recibió un golpe certero en su cabeza, el cual logró desestabilizarlo y sacarlo de combate.

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Se encuentra perdido, en medio de un silencio abrumador, siente que algo está a punto de estallar, y las lagrimas bailan, a punto de caer, pero anda, no hay nada. Todo lo que percibe es un inmenso paisaje teñido de un blanco intenso, aunque no está solo, hay alguien más con él, es él, como si fuera una especie de contraparte suya.

Escucha sus palabras, pero se niega, no, eso no puede ser verdad. Grita, se niega, no piensa aceptarlo, solo repite una y otra vez que se calle, continúa escuchando verdades, lo están destrozando. Logra ver de forma más clara quien le está hablando, quiere matarlo, matarse a sí mismo, sus manos se cierran en puño y poR primera vez el silencio hace acto de presencia, de forma casi sepulcral, todo parece estar calmado, en ese extraño lugar, en su cabeza, Peter solo percibe el zumbido en su oído.

Hasta que vuelve a escuchar esa voz, su voz, de a poco va entendiendo lo que dice, con la molestia aun presente en su oído y el temblequeo constante de su cuerpo como acompañantes perpetuos.

-...Hazlo, Peter, hazlo, mátame si quieres, acaba con nosotros, solo deja de llorar.- Pronuncia ese doble espeluznantemente idéntico a él, su conciencia, acercándose a paso lento hacia él.

-No, no, no, no, no...no quiero, no quiero eso...-Suelta el chico, con la mirada gacha, como si el sudor de sus manos, o el constante movimiento errático de sus pies fueran las cosas mas curiosas de ver.

-¿ Y que quieres?-Pregunta el contrario, provocando que sus miradas se encuentren, antes de volver a perderse en el blanco que los rodea.

-No quiero sentirme solo, como un estúpido, un inútil. Deseo desaparecer, morir, dar mi vida por todas esa personas inocentes.-Murmuró amargamente, aceptando por primera vez en voz alta lo que por tantos años había estado escondiendo, detrás de sus sonrisas y ese ridículo nerviosismo.

Ve como en el rostro de su acompañante se dibuja una mueca, una sonrisa, pero en ella ve tristeza, lastima, pena y hasta resignación.-No eres el único que ha querido eso, tú y yo sabemos que hace tiempo queríamos desaparecer, pero también somos conscientes de que no somos los únicos.- Pronuncia con una calma que enerva a Peter, a esta altura prefiere estar en la batalla, que enfrentándose a esto.