Por los viejos tiempos[Starker]1/4

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—¿Entonces me harás el favor? ¿Si o no?—Pregunte a Stephen que se encontraba al otro lado de la línea.

—Por supuesto.—Contestó—Cuando me expliques por qué no vas a llegar. — Suspire desesperado, quería colgar y lanzar el teléfono lo más lejos posible, en vez de eso le conteste.

—Son temas personales. —Reafirme por cuarta vez. —Es sobre Pepper, quiere que la acompañe a ver a su madre, está delicada.—Añadí, porque aunque era una vil mentira, sabía que si no le decía algo más, no iba a hacerme el favor.

—Bien, bien, ¿Entonces es por Virginia?.—Preguntó una vez más, Stephen era buen compañero, aunque algunas veces sí que se hacía odiar.

—Si es por Pepper, ¿Entonces si me harás el favor?.—Pregunté directamente, simplemente quería colgar el teléfono.

—Por supuesto, claro, claro. —Guardó silencio un minuto. —Espero y no se enoje tanto, sabes que el doctor odia que falten.—Recalcó, pero no importaba lo que dijera, no iría a la rotación hoy.

—No importa, ¿Si?, tu solo intenta inventarle algo y si no funciona, simplemente déjalo así, ya se me ocurrirá alguna otra cosa. —Mencionar finalmente, y sin dejarlo responder, corte la llamada.

En realidad no estaba así por Pepper, ni por ninguna mierda parecida, no faltaba a la rotación por gusto, ni porque estaba enfermo, incluso lo hubiese preferido, hubiese preferido alguna mierda de esas como discutir con Virginia, o estar con algún resfriado, incluso hubiese preferido una discusión con mis padres, pero no, las cosas no eran tan fáciles, tan sencillas. Hoy era una fecha 'especial' y por especial me refiero al peor puto día de mi vida, a una fecha marcada con fuego en mi memoria, que ardía en mi piel, como un tatuaje eterno, sangrante, y doloroso, y vaya que doloroso, de esas cosas que te atormentan todo el año, toda la vida, pero que en cierta fecha se multiplican por mil, pues exactamente ese día era hoy.

Así que si, hoy era un día de mierda, en absolutamente todo el sentido de la palabra, un día en el que me limitaba a auto-tirarme mierda, a culpabilizarme, a recordar, pero sobre todo, un día en el que me dedicaba a recopilar todo lo que hice mal, en el que pienso en todo lo que pude hacer bien, y no hice.

La mayor parte del tiempo me la paso reprimiendo recuerdos, sentimientos, reprimiendo lo que digo, lo que pienso, porque cuando dejo volar a mi mente, se desvía por caminos tortuosos, caminos llenos de recuerdos dolorosos, que no me dejan avanzar, que no me dejan en paz, así que simplemente los reprimo, los ocultó en un baúl en el lugar más recóndito de mi cabeza, para solo sacarlo cuando siento que estoy apunto de explotar, cuando la conciencia se hace tan pesada que simplemente la dejo salir, cuando necesito sentir que recibo lo que merezco.

El móvil que dejé encima de la alfombra comenzó a sonar, pero lo ignoré, ya había hablado con Strange para avisarle que no iría, y era lo último que prometí hacer antes de desconectarme, así que simplemente decidí ignorar el ruido, y seguir bebiendo de la botella de whisky que tenía en la mano.

Pero definitivamente el teléfono tenía otros planes, porque no dejaba sonar, no me dejaba concentrarme, ni pensar, ni absolutamente nada, así que decidí tomarlo y apagarlo, pero antes de poder lograrlo la pantalla se encendió con un mensaje en ella.

'Ha pasado tanto tiempo, 017'

La piel de todo el cuerpo se me erizó, y froté fuertemente mi ojos porque no podía creer lo que estaba pasando, quizás era el alcohol, o mi mente cansada que me estaban jugando una mala pasada, así que parpadee las veces que pude, y cuando finalmente me convencí de que nada era real, y tomé el teléfono para apagarlo de una vez por todos, lo ví, seguía allí, como un chiste de mal gusto, desafiando mi cordura.

𝔸𝕟𝕥𝕠𝕝𝕠𝕘𝕚𝕒 𝕊𝕥𝕒𝕣𝕜𝕖𝕣 «𝕀𝕝𝕝𝕦𝕤𝕚𝕠𝕟 »Donde viven las historias. Descúbrelo ahora