Emilio, un famoso cantante que junto a su novio Joaquín, por accidente se convierten en padres de un niño que llegó a sus vidas de manera inesperada.
#inició: 22 de septiembre del 2019
#termino: 25 de Noviembre del 2020
Yo planee esto durante meses, solo para poder recuperar lo que por derecho me pertenece. Y hoy es el día. Las últimas semanas todo ha ido tal y como fue planeado. Nada se ha salido de mi control y no dejaré que lo haga.
-Falta poco, solo ten paciencia -dijo ella colocando el saco sobre mis hombros- ¿Tienes todo listo? -preguntó antes de colocarse la mochila en el hombro.
-Sí -mire el reloj en mi muñeca- 30 minutos. Recuerda, no lo dejes ir -ella sonrió acercándose para plantar un beso en mis labios de forma coqueta.
-No dejaré que eso pase.
Era momento. Salimos de casa y nos dirigimos a lugares diferentes. Todo era cuestión de unos simples minutos.
Narrador.
Muchas veces puede que estés en el momento equivocado o en el lugar incorrecto. Pero si el destino no lo quiere, nada pasará, pues aún no es tú momento.
La chica esperaba pacientemente, sabiendo que en cualquier momento pasaría aquel chico de cabello castaño al que tanto odia. Sin ninguna compañía, estaría solo, de eso está segura. Lo miro dar la vuelta en la esquina y sonrió fríamente, lista con aquel paño empapado en cloroformo.
Este era el momento en el que debía arrepentirse antes de cometer una locura, pero... ¿Por qué se arrepentiría de lago que tanto espero?. El chico cruzo de largo y ella lo siguió colocando el paño sobre su nariz, obligándolo a aspirar el olor. Forcejeo hasta que dejó de moverse, se había desmayado, ahora era momento de llevarlo a donde habían acordado.
Lo levantó como pudo y lo llevó hasta el otro lado de la acera, donde ya hacía una camioneta. Puso su cuerpo en la parte de atrás y le coloco una manta solo por si acaso alguien los viera, y no sospechara.
Lo miro una vez más, tal vez, y solo tal vez alguna pizca de remordimiento entraría en su cuerpo al ver su pancita de embarazo, pero no. Ni siquiera le dio lástima.
Entró a la parte frontal de auto y condujo tranquila, como si no acabará de secuestrar a alguien.
El plan era sencillo, solo debían destruir las vidas de dos personas y conseguirían lo que tanto habían planeado, y era cuestión de tiempo para que subieran a la fama, aquella que siempre merecieron. La chica sonrió cínica al ver el lugar donde se esconderian, y donde tendría a Joaquín bajos su total control, hasta que la siguiente face del plan comenzará.
Salió del auto totalmente tranquila, abrió la puerta trasera y bajó el chico llevándolo en su espalda. No es como si pesará mucho, solo los kilos extra del embarazo son los que pesan en realidad.
Joaquín.
Emilio convive mucho con Ian, y a mi me sonríe y besaba cada vez que tiene oportunidad. Es hermoso, ahora somos una familia que está apunto de crecer con la llegada de un nuevo bebé.
He tenido muchos problemas con la empresa y he decidido que cerraré Model, para siempre. Tal vez no todos los sueños se cumplen, pero algunos otros sí lo hacen, aún cuando son sueños no planeados, porque no siempre el destino es como lo querías, a veces te sorprende y cambia los planes.
-Entonces, la casa cuenta con cinco habitaciones con baño privado cada una. Cocina, sala, patio trasero y patio delantero, piscina y... Oh, si, la terraza que nos pidió el señor Marcos, y los juegos para niños en el patio de atrás. El cuarto de películas está por aquí, junto a la sala. El cuarto de lavado está arriba. Creo y me parece ser que eso fue todo lo que ordenó.
Emilio asintió -Así está todo perfecto, Amanda. Muchas gracias por ayudarnos con los retoques de la casa -agradeció.
-No hay de que señor Marcos. Con su permiso -sonrió para después irse. Emilio compró una casa, ni siquiera lo podía creer esta mañana cuando me lo dijo.
-¿Te gusta? -preguntó.
-¿Qué si me gusta?, ¡me encanta!, es increíble -sonreí.
-Ya no habrá más paparazzi fuera de nuestra casa, los guardias no los dejarán pasar y estaremos tranquilos.
-Sabes que no era necesario.
Sonrió de lado -Lo era.
Los pasos de Ian bajando las escaleras a toda velocidad se hicieron presentes-¡PAPA!, ¡MI CUARTO ES ENORME! -grito feliz después de revisar toda la casa- ¡Es increíble!, ¿de verdad viviremos aquí? -pregunto ansioso.
Emilio asintió -Necesitábamos un lugar más grande.
-Emi -dije- Necesito ir a Model.
El abrió sus ojos recordando -Sí, perdona, lo había olvidado, vamos Ian -el pequeño asintió. Lo dejaremos con Lana, su niñera y después de que Emilio me deje en Model para dar el cierre oficial se ira a la disquera, tiene cosas que hacer allá.
Narrador.
-¿Sabes?, se que cambiaras de opinión, de eso estoy seguro.
Ella lo miró enojada -Ya hablamos de esto, no te dere la disquera, entiende eso de una buena vez.
-Oh, mi querida Sharon, eso ya lo veremos.
-¡Por dios!, deja de ser tan sínico. Este lugar es mío, métetelo en la cabeza.
Eduardo le sonrío sabiendo que su plan estaba en marcha y que probablemente todo este yendo de maravilla.
Miro a ambos lados antes de acercarse a ella y susurrar en su oído -¿Qué pasaría si tú querido amigo hiciera lo que yo ordenara?, ¿y si lo que yo ordenara fuera matarte?, o algo mejor, que tal ¿a tú pequeño?, u inclusive quemar este lugar con todas estas personas dentro. Ya no serias tan fuerte. Tarde o temprano, sea cual sea la manera, este lugar será mío, aun si eso implica destruirlo... O destruirte.
No dijo nada más. Salió caminando a pasos tranquilos del lugar dejándola atrás sin saber que responder ante tal amenaza.
Había logrado asustarla, y eso era bueno, porque estaba vulnerable, lo cual tomaría a su favor.
Mientras nada se saliera de sus manos solo indicaba que todo iba a la perfección. Sabia que Sharon no seria capaz de contarle a alguien, la conoce bien, inclusive mejor de lo que le gustaría.
Saco su celular al escucharlo sonar, era un mensaje de un numero desconocido, era una simple carita feliz, la indicación de que lo primero estaba hecho. No respondió al mensaje, no era necesario. Sabia perfectamente lo que significaba.
Un meme :)
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