Reencarnando En My Hero Academia (Editada)

quieras o no...

Aunque había algo de sol, el día se mantenia frío, la nieve estaba por todas partes y el viento no perdonaba a los incautos que no estaban abrigados, en una parte alejada de un parque, más específicamente en un lago congelado un chico de unos veinte años le hacía RCP a otro, ambos estaban completamente mojados. Había otros dos chicos y una chica, los dos primeros intentaban contactarse con el 911 mientras la chica lo único que hacía era llorar, todo sucedió muy rápido y aunque actuaron a tiempo, logrando rescatarlo parecía que ya era tarde, su amigo no respiraba.
Lo que no sabían era que había otra persona con ellos, pero no podían verlo, él era el mismo chico que intentaban salvar, su alma ya había abandonado su cuerpo, contrario a lo que pensaría se encontraba tranquilo.

      
- he muerto - dijo sin ánimos en absoluto

- si, es una lástima - dijo otra voz a su lado

- ¿quién eres? - dijo con una voz apagada, realmente no estaba interesado

- yo soy Dios

- ya veo...

- las almas sí que son aburridas... - el chico simplemente movió los hombros - como sea, te devuelvo tus emociones

- ¿qué está pasando? - dijo esta vez con algo más de confusión

- soy uno de los dioses que vigilan el universo

- ¿qué? - ahora estaba confundido y algo asustado

- ¿que creías, que solo un Dios podría vigilar todo el universo?

- bueno, ¿si?

- te equivocas, no son los únicos en el universo, otras civilizaciones necesitan de Dios, por eso él nos creo a nosotros, pequeños dioses que controlan partes del universo

- ya veo, ¿estas aquí para acompañarme al cielo o infierno? - decía viendo como sus amigos intentaban reanimarlo, lo curioso era que podía sentir como presionaban su pecho

- eso haría pero estoy algo aburrido, ¿no te gustaría ir a otro mundo? He visitado mundos interesantes

- para nada - dijo de forma segura - quiero descansar, no he tenido una vida fácil

- ¿seguro de eso? Podría darte algo para ayudarte - dijo con una sonrisa

- ya te dije que no - con notable enojo - no quiero eso, prefiero que me revivas en mi cuerpo - dijo señalando su cuerpo

- lo siento es imposible, pero si aceptas ir a otro mundo puedo bloquear todos los recuerdos de las personas que te conocen, para que no sufran tu pérdida

- ¿en verdad piensas, que quiero que mis seres queridos y amigos me olviden? Es lo mismo que decir que nunca existí, no quiero eso

- bueno esta bien, no haré eso pero aún así te enviaré a otro mundo, vigilar esta parte del universo es aburrido

El chico sabía que no podía ir en contra de los deseos de un Dios, por más pequeño que sea, si lo desobedecia podría eliminarlo para siempre de la existencia.

- haz como desees, pero quiero que bloquees este recuerdo, no quiero recordarte

- como quieras, ahora sentirás un gran dolor - dijo dispuesto a chasquear los dedos - por cierto, el bloqueo no durará por siempre algún día me recordarás, quieras o no... - dijo finalmente chasqueando los dedos

Max despertó algo sobresaltado, se encontraba en el hospital, era de mañana y sus heridas dolían demasiado, su brazo derecho estaba enyesado y traía varias vendas por todo el cuerpo, después de todo casi fue asesinado.
Con mucho dolor y cuidado se sentó en la cama buscando algo de paz, no recordaba muy bien su sueño pero eso lo tenía muy inquieto. Justo entonces la puerta se abrió de una patada que lo termino asustando.