¡se aproxima el festival deportivo!

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Max miraba con desgano su comida, pues deseaba haber sido de más ayuda el día del ataque, no podía dejar de pensar en cómo dejó escapar al infiltrado y en como decidió no decir nada de lo que había sucedido, tal vez su decisión fue algo estúpida pero aun así lo hecho, hecho estaba y tendría que vivir con eso. Delante suyo Samuel veía con atención el plato de su hermano pues se quedó con hambre, Max al notar esto dio una sonrisa.

- ¿lo quieres? Yo no tengo hambre - le dijo mientras acercaba el plato al pequeño

- ¡muchas gracias! - le dijo mientras comenzaba a comer - bmaba shijo, qeu bueamosh a vhyer a pmapa - dijo con la boca llena, confundido Max solo lo miró mientras negaba con la cabeza

- es de mala educación hablar con la boca llena, traga y después habla - le recriminó, mientras veía la pantalla de su celular

Samuel, cuando terminó de tragar lo que tenía en su boca continuó hablando - decía que mamá me dijo fuéramos a ver a papá

- deberíamos ir, tu hermana fue ayer ¿por qué no quisiste ir con ella? - le pregunto Max mientras dejaba el celular en la mesa.

- bueno yo... tenía miedo de ver a papá tan lastimado así que espere, para hoy poder verlo mejor - dijo con una sonrisa al final

Acaso este niño piensa que de un día para el otro la gente se recupera tan rápido.

- si seguro hoy ya está mejor - le dijo mientras se levantaba de su asiento e iba a la cocina, mientras seguía revisando su celular

Izuku tardaba en contestarle, y eso lo tenía algo nervioso, pero de momento guardo su celular en el bolsillo y se fue a su habitación para cambiarse la ropa, cuando volvió a bajar traía puesto un buzo color rojo con detalles azules y un Jean, con sus zapatillas blancas. Samuel estaba esperando sentado en el sillón mientras veía las noticias, estaba viendo en acción a su heroína favorita, magnetic que no era otra que la madre de Midoriya y aunque este cambio lo seguía asombrando, era una de las pocas cosas buenas que habían sucedido.

- vamos niño, si llegamos tarde no nos dejaran ver a Mike - le dijo mientras caminaba a la puerta sin esperar una respuesta

- espérame - le dijo Samuel mientras apagaba la tele y lo seguía

Ambos caminaron hasta la estación donde tomaron un tren que los dejó a pocas calles del hospital donde atendían a Mike. Al entrar, fueron directo a la recepcionista que les dijo el número de habitacion donde se encontraba el héroe. Subieron por el ascensor hasta el piso 4 y buscaron la habitación 27.
Cuando entraron se llevaron la sorpresa de que Mike estaba intentando hacer flexiones con un brazo, al percatarse de su presencia se detuvo y se levantó del suelo para luego acostarse nuevamente en su cama.

- me gustaría saber qué haces, pero solo te saludo - dijo haciendo un gesto con la mano

- jajajaja hola a ti también ricitos de oro, hola hijo ¿cómo estás?

- espera, ¿me llamaste ricitos de oro? - dijo con algo descontento

- pues claro, si no te cortas el pelo te pareces a ricitos de oro, ahora deja que Sam hable

- estoy bien papá, tenía miedo de verte todo golpeado por eso no vine ayer - dijo con algo de vergüenza el niño

- no te preocupes, al menos viniste y eso importa - le dijo mientras acariciaba su cabeza con su mano sana

Antes de que pudieran reanudar la conversación del porque lo habían llamado risitos de oro, el teléfono de Max sonó y este atendió saliendo del cuarto rápidamente dejando al padre e hijo hablando.

Reencarnando En My Hero Academia (Editada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora