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El temblor se apoderaba del cuerpo de Auron. Podía escuchar el sonido de metal chocando o al menos de moverse de lugar, suponía que eso lo estaba haciendo Luzu.
Pronto sintió algo frío recorrer su espalda, deseaba que parase, pero solo pudo encogerse en ese lugar.
Luzu mientras tanto sostenía un cuchillo, uno simple sin ningún tipo de decoración o alguna hoja con forma rara. La pasaba lentamente por la espalda de Auron, la reacción que obtuvo le satisfació ligeramente, pero no era suficiente.
Quería que sufriera, sufriera de verdad. Pero no poder verle la cara mientras lo hacía no sería divertido.
Desde su posición, atrás de Auron, se agachó y acercó su boca al oído de este.
-Te conviene no hacer ningún movimiento raro, o vas a sufrir más- le susurró a su oído en un suave ronroneo con una suave sonrisa en sus labios.
Auron solo sintió un escalofríos por todo su cuerpo, estaba temblando, solo pudo asentir ante las órdenes del castaño.
Luzu caminó en frente de Auron y se inclinó para poder desatar sus tobillos de esa soga que estaba fuertemente atada alrededor de estos. Una vez que estuvieron libres, Luzu se enderezó y le tomó por la camisa al de piel naranja y lo jaló hacia él, haciendo que este se parase.
A punta de cuchillo se llevó a Auron a una pared con unas cadenas que había estado trabajando antes de que su visita llegara de forma inesperada.
Auron mantenía su cabeza agachada, muy asustando como para encontrarse con la mirada de Luzu.
Poco a poco sintió el frío metal de los grilletes en cada uno de sus muñecas y tobillos. Apretó los ojos en el momento que sintió el último grillete cerrarse con ese maldito "clik".
Se preparó para aquello que fuera a hacer el mayor, no muy convencido de que en algún momento fuera a estar listo para lo que le esperaba.

Lolito estaba sentado frente a Alex, unas hojas descansaban sobre el escritorio metálico, pintando de negro.
El que se encontraba encima de todos esos documentos tenía adjuntado en un clip la foto de Auron, ya con su apariencia anaranjada. Alex estaba serio y Lolito...pues Lolito estaba preocupado.
-¿Está todo listo, Oficial Alejandro?- preguntó el alcalde mirando seriamente al policía que estaba al otro lado del escritorio en esa oficina.
-Sí, señor alcalde. Iniciaremos la búsqueda de inmediato- respondió Alexby profesionalmente. No era el momento para dejar que las emociones tomen el control. Recogió los papeles de la mesa y se encaminó hacia la puerta de su oficina.
-Alex...- le llamó de nuevo Lolito.
El mencionado solo se volteó hacia el alcalde.
-Espero que lo encuentren- dijo con una voz casi rota, ya no como el alcalde autoritario, si no como una madre desesperada por su hijo perdido.
Alexby solo le sonrió y asintió con la cabeza, intentando calmar al de cabellera naranja, para después desaparecer por la puerta y cerrarla detrás de él.
Una vez solo Lolito puso sus brazos sobre la mesa y dejó caer su cabeza
"Por favor dime qué estás bien" pensaba una y otra vez.
Mientras estaba perdido en sus pensamientos en aquella silla en la comisaría, su teléfono sonó

¿Estás seguro que Luzu es el único loco? Lo curioso de todo esto...es que solo falta la cantidad suficiente de dolor...y cualquiera pude ser consumido.

-¿Vas a gritar?- preguntaba el castaño con su cuchillo en mano. -Quiero ver la desesperación apoderarse de tus ojos-
Los movimientos con el cuchillo creaban surcos en la piel de Auron. Este solo podía intentar controlar el dolor, no le iba a dar al castaño lo que él quería.
Podía sentir el filo dibujar muchas líneas, al igual que su sangre decorar la mórbida escena. Entre muchos cortes y tanto dolor que se acumulaba en su ser, perdía poco a su conciencia...hasta que de pronto se apagó la luz completamente y algo llegó a su mente...

Era el día de las elecciones...
Los chicos acababan de retirarse del lugar dónde cierto chico lloraba a flor de piel por los resultados.
Él, Auron, acompañaba al recién nombrado alcalde.
Se acercaban por aquel césped bien cuidado y verde del hogar.
Pronto vieron al chico que iba con traje aquel día.
No recordaba el porqué lo hizo...
Pero verle ahí en el suelo, eliminando su esperanza le había resultado agradable. Pero al final fue como si fuera de otra vida...cómo si fuera otra persona la que tomó su cuerpo...su mente lo dejó de lado y fingió que nunca pasó... diciéndose que lo había hecho por el bien del muchacho...pero a quien engañaba...Luzu tenía razón...el era un traidor...




















Y eso era la parte más bella.

















Risas...
De la boca de aquella víctima solo pudieron salir risas...el dolor ya había llegado a un punto en que se lo había carcomido.
La cabeza de aquel muchacho seguía gacha mientras reía frenéticamente.
El mayor se separó con su cuchillo sangrante un poco confundido por la actitud del menor.
-Eres un maldito resentido- le soltó aún sin mirarle entre risas.
-¡¿Qué dijiste, zorra?!- le gritó Luzu, quien solo recibió como respuesta más risas
Levantó su rostro mirando con una sonrisa demencial, casi mirando a la nada
-Pero ¿sabes...? Tienes razón- las risas pararon por un momento -Soy un jodido traidor- terminó con una gran carcajada
Luzu ante su respuesta apretó el cuchillo hasta que sus nudillos se pusieron blancos.
-Que más da... No me voy a seguir engañando- dijo ya casi susurrando -No lo hice por tí, lo hice porque quería verte así- continuó

-Así que...¿quién está de verdad jodido? ¿Tú, yo? Decide-

A veces...
Sólo sé necesita una pequeña gota
para derrumbar todo...
Auron...
Aprender a vivir con demonios te puede volver uno, ¿no es así?

|∆~Your worst nightmare~∆| LuzuplayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora